No fue un error. El voto del Partido Popular a las enmiendas a los presupuestos de Podemos con las que juntos han reventado las cuentas de la promoción turística y por el que los populares se ganaron ayer el calificativo de "irresponsables" e "insensatos" del lobby hotelero, hasta ahora siempre en sintonía, fue premeditado y estudiado.

Así lo confirman fuentes de las filas populares. Mientras que la portavoz adjunta del partido en el Parlament atribuía ayer tras la votación a "una confusión" el apoyo a destinar casi tres millones más a vivienda social a costa del presupuestos de la antigua ATB, desde el Pacto analizaban la secuencia de los hechos asegurando que los populares sabían perfectamente lo que votaban.

Este último extremo lo confirman desde el propio PP. Los populares llevaban ya días debatiendo a nivel interno esta maniobra para apoyar las enmiendas de Podemos y, con ello, desestabilizar al Pacto a menos de medio año de las elecciones. La operación no contaba con el vistobueno unánime en las filas del partido e incluso generó el malestar de algunos diputados, con reservas a votar unas enmiendas que no compartían, aún con el pretexto de argumentar posteriormente el error, y que, de hecho, habían rechazado otros años.

Durante la votación de las enmiendas ayer, tras votar las dos primeras con Podemos y ser advertidos por la vicepresidenta Bel Busquets del malestar que eso generaría en la Federación Hotelera, la diputada Mabel Cabrer intervino para rechazar una transacción que evitaba el recorte a la antigua ATB y se votó a continuación la tercera enmienda, en el mismo sentido que las anteriores, lo que para los diputados del Pacto es la evidencia que el PP controlaba a qué estaba recortando.

Según fuentes del partido, Biel Company dio su beneplácito a la operación que Marga Prohensindicando durante la votación el sentido positivo del voto a las enmiendas de Podemos.