Doscientos veintiséis funcionarios de tres administraciones diferentes están imputados o acusados en las distintas piezas separadas del caso Cursach, la presunta trama de corrupción liderada por el empresario de la noche del mismo nombre. La inmensa mayoría de los encausados son empleados del ayuntamiento de Palma, aunque también han sido investigados funcionarios del consistorio de Calvià.

Fuentes jurídicas señalaron que en el ayuntamiento de Palma han sido investigadas decenas de personas, en su mayor parte policías locales, aunque también hay celadores de obras, arquitectos y otros técnicos.

Los responsables de personal de Cort han tenido en los últimos meses un intenso trabajo extra, derivado de las consecuencias administrativas de las imputaciones de los funcionarios.

También se han producido situaciones complicadas de resolver como las órdenes de alejamiento dictadas por el juzgado a determinados funcionarios y sobre dependencias oficiales.

Esas medidas cautelares han impedido a algunos encausados trabajar durante meses, al no poder acceder a sus oficinas. El paso del tiempo se ha traducido en un levantamiento de las medidas de alejamiento, lo que ha llevado a algunos funcionarios a pedir su reincorporación al trabajo.

Prioridad penal

Las pesquisas penales tienen prioridad sobre los expedientes disciplinarios administrativos, pero Cort también ha optado por mantener apartados del servicio a algunos agentes.

Todos los funcionarios investigados o acusados no han sido juzgados y algunos llevan años en esta situación. Varios han ido reincorporándose paulatinamente a su trabajo, tras muchos meses de suspensión de empleo.

El caso Cursach empezó como una presunta trama de corrupción en el seno de la Policía Local de Palma y luego las sospechas se extendieron a su homóloga de Calvià.

Las primeras pesquisas versaban sobre el presunto trato de favor a determinados empresarios de la noche y el acoso y persecución de los locales de su competencia.

También se abrió una investigación sobre el amaño de unas oposiciones de promoción interna de la Policía Local de Palma.

El caso fue complicándose y salieron flecos como los casos ORA o IME y las dádivas recibidas por los políticos José María Rodríguez y Álvaro Gijón. Después se produjo la detención y encarcelamiento de Bartolomé Cursach como líder de una supuesta organización criminal.