Ni menores, ni consumo de alcohol en las plazas y con carteles dentro y fuera para alertar que el espectáculo puede herir la sensibilidad. Los toros podrán seguir muriendo en las plazas de Baleares. Sin embargo, tras el fallo del Constitucional, quedan vivos numerosos artículos de la ley balear contra el maltrato animal que supondrán numerosas exigencias a los promotores de los espectáculos taurinos que, de incumplir, se pueden enfrentar a sanciones de hasta 100.000 euros.

La profesora de Derecho Internacional de la UIB, exdiputada y promotora de la ley, Margalida Capellà ha desgranado a través de las redes sociales el resultado de la conocida como ley de toros a la balear después de que el Tribunal Constitucional haya tumbado alguno de los principales artículos que impedían herir o matar al toro en la plaza y que, por lo tanto, suponía de facto la prohición de la tauromaquia tal y como la reivindican sus aficionados.

Según empieza la exparlamentaria, con los artículos que quedan vivos de la ley, para que tenga lugar una corrida de toros en Baleares, toreros y toros deberán someterse a control antidopaje. Además no podrán acceder menores de 18 años al espectáculo, no se podrá vender ni consumir alcohol en la plaza y deberán instalarse carteles visibles dentro y fuera alertando que "el espectáculo puede herir la sensibilidad de los espectadores".

Además, antes de acoger nuevos espectáculos, las plazas de toros de Baleares deberán hacer una importante inversión para reformar sus enfermerías y eliminar barreras arquitectónicas y para afrontar el régimen de seguros que se refuerza por las características de "espectáculo peligroso".

Sanciones de 100.000 euros si se incumple la ley

De incumplir las exigencias, los promotores del espectáculo y responsables de las plazas se enfrentan a sanciones que pueden ir de los 1.000 a los 100.000 euros y puede llegar a revocarse la licencia de actividad de la plaza en caso de infracciones consideradas graves o muy graves.

PSIB, Més y Podemos prohibieron en 2017 que las corridas de toros celebradas en Baleares tuvieran como resultado la muerte o heridas de las reses, lo que en opinión de los taurinos desvirtuaba la esencia de los festejos. Sin embargo, el Tribunal Constitucional ha acabado tumbando por 7 votos a 5 los principales artículos de la ley señalando que "impone un modelo de espectáculo taurino en sustitución de las corridas de toros que se separa radicalmente de una manifestación paradigmática de la fiesta tradicional española" y que "menoscaba" la competencia estatal.

"El Constitucional ha elevado los usos tradicionales de la corrida moderna a parámetro constitucional", explica con "perplejidad" Margalida Capellà, que no obstante, celebra que "una parte importante se mantiene es la que espero que las administraciones competentes cumplan y hagan cumplir".