"La diligencia está huérfana de justificación. ¿En base a qué se cita a los periodistas? ¿investigados? ¿testigos? ¿personas que pasaban por allí? Investigados sabemos que no lo están, así que lo consideramos un acto antijurídico", subrayó Jaime Bueno, abogado del Sindicato de Periodistas de Balears (SPIB) durante la mesa redonda 'Libertad de información en democracia. El papel de los periodistas'.

El debate, moderado por la secretaria general del SPIB, Maria Amengual, contó además con la participación de la subdirectora de Diario de Mallorca, Marisa Goñi; la presidenta de la Asociación de Periodistas de Balears (APIB), Ángeles Durán; la profesora de Derecho Constitucional, María Ballester; el profesor de Filosofía Moral y Política, Bernat Riutort; y el catedrático de Derecho Constitucional, Sebastià Rubí.

"Son periodistas que han cumplido su deber profesional. Atacarles, ni se entiende, ni se tiene que permitir", intervino Goñi, que pidió cuidar el lenguaje: "No podemos hablar de filtraciones, eso es cuando alguien, de manera interesada, te facilita una información. En este caso los dos periodistas buscaron sus fuentes fruto de un trabajo periodístico".

Durán llamó la atención sobre una paradoja. "Somos pioneros en recoger el secreto profesional en una Constitución, pero los últimos en desarrollarlo. Parece ilógico, pero cuidado, si legislamos, estamos regulando la profesión; dejemos claro cuáles son los márgenes. Y uno de ellos es, ¿quién es periodista?", se preguntó.

Rubí recogió el guante: "Informador es cualquier persona que informe, sea periodista o no. Si yo, que no soy periodista, publico una serie de informaciones, también estaré protegido por el secreto profesional".

Ballester fue prudente. "Parece que ha quedado en entredicho un derecho de primer orden". Y Riutord recordó en qué contexto se produce esta actuación: "Hemos tenido una avalancha de pérdida de derechos y no podemos tolerar que uno tan fundamental se vea afectado".