La conselleria de Trabajo del Govern balear pidió ayer al juez de lo social 5 de Palma la anulación del expediente de regulación de empleo (ERE) del gimnasio Megasport, propiedad de Bartolomé Cursach, por haber sido adoptado en fraude de ley. A la nulidad del ERE se opusieron el propio empresario y la inmensa mayoría de los 66 trabajadores afectados por el cierre del popular centro deportivo.

La demanda del Govern sostiene que Cursach cerró su gimnasio el pasado verano argumentando causas técnico-productivas, en vez de plantear el ERE basado en fuerza mayor, tras la decisión de Cort de clausurarle parte de las instalaciones por carecer de licencia. La alegación de causa mayor hubiera obligado al empresario a probarla ante las autoridades laborales, algo complicado debido a que los problemas surgieron por haber hecho obras sin licencia municipal.

El abogado del Megasport calificó de "sin sentido jurídico" la demanda del Govern y defendió que el ERE se había hecho por causas técnico-productivas porque no había fuerza mayor que lo provocara.

El letrado explicó con detalle los pormenores del acuerdo firmado entre la empresa y los representantes de los trabajadores (comisión negociadora) y rechazó que en todo el proceso hubiera habido fraude de ley o engaño a los afectados y a la Administración.

Según la empresa, Megasport era inviable económicamente con las instalaciones suprimidas por orden municipal, dado que necesitaba una media anual de 800 socios que no cabían en el espacio sí autorizado.

El gimnasio pactó con su plantilla los despidos, porque sin ingresos la empresa no podía haber subsistido teniendo que abonar la Seguridad Social de la plantilla, en el supuesto de haber declarado simplemente la suspensión temporal de los contratos.

El riesgo del torrente

El Grupo Cursach reconoció ante el juez su intención de reabrir el que fuera el mayor gimnasio de Balears, pero advirtió de que los plazos para la reanudación de la activad son inciertos.

Según su representante legal, el ayuntamiento de Palma tarda una media de 14 meses en dar licencia de obras, un permiso que se pidió hace varios meses y que "está congelado" en Cort. Después harían falta varias semanas para ejecutar las reformas. El último paso sería la recuperación de los socios que han migrado a otros gimnasios y de los que existen dudas de que quieran volver al Megasport.

También han salido obstáculos nuevos como la necesidad de informes favorables de la Navegación Aérea y de la dirección general de Recursos Hídricos, dado que el torrente de sa Riera está pegado al complejo deportivo y cabe contemplar el riesgo de torrentadas.

El abogado de 44 trabajadores alabó el ERE porque las indemnizaciones pagadas por Cursach fueron mayores a la media de otros despidos colectivos.