Unas 30.000 personas de Balears sufren una discapacidad intelectual y la mitad de ellas sufren un trastorno de salud mental, según explicó ayer la consellera de Salud, Patricia Gómez, en la inauguración de la I Jornada de Salud Mental y Discapacidad celebrada en Palma. Gómez destacó la importancia de avanzar en el diagnóstico precoz para ofrecer una atención adecuada desde todos los ámbitos.

También apuntó el impulso que se ha dado en las islas a la equidad asistencial en todos los sectores y la reorganización de recursos y servicios ya existentes para la adaptación a las necesidades detectadas. Además,indicó que algunos de los nuevos retos son la mejora de la atención para llegar a más patologías y la creación del Observatorio del Suicidio.

La consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago, que también estuvo en el acto, explicó que uno de los objetivos de esta legislatura era la creación de una estructura de atención a personas con diagnostico de salud mental.