La campaña llevada a cabo este verano -entre el 1 de mayo y el 31 de octubre- por inspectores de seguridad alimentaria entre restaurantes, cafeterías y servicios de alimentación colectiva (caterings) concluyó con un total de 21 establecimientos de Mallorca que, por su deficiencias de todo tipo, fueron calificados por los funcionarios como "un peligro para la salud pública" por lo que se instó al cese inmediato de su actividad.

Este dato, incluido en el resumen de la actividad de control oficial a los establecimientos que se dedican a la preparación de comidas para colectividades, procede de las puntuaciones que los inspectores de seguridad alimentaria otorgan a los establecimientos visitados y que van desde el cero (los considerados como un peligro para la comunidad) hasta el 5, locales cuyas condiciones califican de "excelentes".

Con el grado 1, que marca los establecimientos "con muy malas condiciones higiénicas y que únicamente pueden seguir funcionando con ciertas condiciones", fueron calificados otros 35 locales en los que se servían o preparaban comidas.

En Eivissa, un total de 15 restaurantes recibieron la calificación de "peligro para la salud pública" y 38 con el citado grado 1 de muy malas condiciones higiénicas que sin subsanación no podrían seguir abiertos. En Formentera dos locales recibieron un "cero" y nueve fueron considerado como de "grado 1" mientras que en Menorca solo se detectaron dos establecimientos en el peor de los escenarios posibles.

Suspensión de la actividad

Asimismo, según el citado resumen de la actividad inspectora del pasado verano, un total de 26 establecimientos de Mallorca tuvieron que suspender su actividad por las graves deficiencias detectadas, en 44 se elevó una propuesta de suspensión, en 9 se procedió a retirar algún producto que no cumplía las condiciones mínimas requeridas, en 125 hubo una propuesta de sanción y a 633 locales se les otorgó un plazo para la subsanación de alguna irregularidad que no revestía excesiva gravedad.

En el resto de las islas, se suspendió la actividad en 15 establecimientos de Eivissa, en 2 de Formentera y en otros 2 de Menorca.

En Mallorca, en el citado periodo se visitaron 1.075 establecimientos que requirieron 1.749 controles o actuaciones. Como se especifica en la memoria, muchos establecimientos precisan de más de una inspección toda vez que, una vez detectada una deficiencia, se les otorga un plazo corto para que la corrijan.

En Mallorca, esta circunstancia se dio en uno de cada tres establecimientos visitados (el 25% de ellos requirió una segunda visita y el 8,4% una tercera). Por contra, estas "segundas y terceras visitas" solo fueron necesarias en el 19% de los establecimientos visitados en Menorca y, lo que no habla muy bien de las condiciones de los restaurantes y cafeterías de las Pitiüses, en el 65% de los locales ibicencos y en el 73% de los formenterenses.

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