El líder del PP balear, Biel Company, dejó ayer escapar una oportunidad de oro para hacerse con el preciado autógrafo de su admirado José María Aznar. Y aunque no quiso perderse la charla del presidente de FAES celebrada en el Club Diario de Mallorca, que calificó de "interesantísima", la combinación de la mala memoria -se dejó en casa su ejemplar de El futuro es hoy. España en el cambio de época- y las prisas -tenía después un acto en Escorca- hizo que no pudiera intercambiar más impresiones con el exmandatario al concluir el acto, cuando se dedicó a firmar su obra.

No obstante, Company no escatimó elogios para Aznar y alabó la defensa de las libertades que expuso y sus recetas para atajar la crisis de Cataluña. Así, ensalzó su "nivel, su experiencia, que es una persona que sabe de lo que habla", si bien su apretada agenda le impidió hacerse con la rúbrica del carismático líder. Tampoco la portavoz parlamentaria del PP, Margalida Prohens, también presente en la conferencia, pudo hacerse con su libro firmado. Le esperaba el mismo acto en Escorca.

Antes de su inicio, el líder regional de los populares sí pudo saludar brevemente al expresidente, a quien le comentó que venía de un acto en Madrid con Pablo Casado, y aprovechó para presentarle al exalcalde de Palma, Mateu Isern.

Quien sí pudo charlar unos instantes con Aznar, y de paso llevarse una afectuosa dedicatoria de su libro, fue la exalcaldesa de Palma, Catalina Cirer, a quien no defraudaron en absoluto las palabras de Aznar. "Sublime", resumió Cirer, aznarista convencida, quien agradeció las claves ofrecidas por "un político con mayúsculas" como el expresidente del PP en un momento de "crispación y confrontación" como el que atraviesa el país. Para departir con el -a su juicio- "líder" por antonomasia tuvo que aguardar una larga cola y esperar a que el resto de incondicionales del ex jefe del Ejecutivo obtuvieran su autógrafo y su saludo. Pero la espera valió la pena. Aznar se interesó por su situación, "aquí luchando", sintetizó Cirer, quien además de las palabras del oráculo de FAES y su libro, se llevó varias fotos con él. No fue la única.

Un nutrido grupo de devotos del expresidente pudieron deleitarse de que les dedicara unas palabras -además del libro- y consiguieron además apretones de mano y un sinfín de selfies.

"El libro es el regalo de Navidad para mi padre", explicó entusiasmado un fan al expresidente, quien aprovechó la ocasión para felicitar las fiestas a más de un seguidor. "Ha sido un placer conocerle, muy grande", declaró otro admirador.

La efusión no impidió que Aznar viviera algún momento de aprieto. Un joven puso en apuros al expresidente cuando le pidió que le rubricara su ebook (un libro digital). "Basta solo con que se firme con el dedo", explicó el fan al expresidente del Gobierno, que salió airoso del brete.

Otro pequeño susto llegó cuando otro simpatizante pidió al expresidente su autógrafo personalizado: "Me llamo Carlos Bárcenas", apuntó. "No era conocido pero Bárcenas me ha hecho famoso". Pese a escuchar el aciago apellido, Aznar pudo respirar tranquilo. El admirador no tenía lazo alguno con el extesorero del partido.