Los periodistas de Diario de Mallorca se han concentrado esta tarde a las puertas del periódico para defender el derecho a la información y al secreto profesional, exhibiendo sus teléfonos móviles en solidaridad con Kiko Mestre, redactor del rotativo al que el juez Miguel Florit requisó el martes su dispositivo para averiguar la fuente de una información sobre Cursach.

El instructor de la macrocausa que investiga al magnate de la noche envió después a la Policía Nacional a la sede del diario para confiscar su ordenador y documentación, pero los dos agentes personados en el edificio se marcharon ante la negativa de la dirección a entregarles ninguna clase de material.

A mediodía se llevaron material de la redacción de 'Europa Press' y el teléfono de una redactora que publicó la misma información. Los agentes le negaron la posibilidad de contactar con los servicios jurídicos de la agencia.

Asimismo, los periodistas de Diario de Mallorca concentrados, entre los que se encontraba el propio Mestre, han querido agradecer a medios de comunicación, periodistas y ciudadanos el masivo apoyo que han mostrado a los profesionales víctimas de este ataque.