El Consell dio a conocer ayer, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos, cuándo se celebrará la tercera edición de Torres de Mallorca. Un cant pels drets humans: el 12 de enero de 2019. Una iniciativa nacida hace tres años desde el IES Marratxí, a la que se adhirió Patrimoni del Consell de Mallorca, que asume per segundo año la coordinación de los diferentes colectivos implicados.

"Iniciativas de este tipo tienen más sentido que nunca en los momentos que vivimos, en medio de proclamas que pretenden recortar derechos civiles y humanos en toda Europa", afirmó el vicepresidente primero y consejero de Cultura, Patrimonio y Deportes, Francisco Miralles.

"La movilización ciudadana e institucional ha servido en este caso para dar un toque de atención en torno a la situación de los refugiados y de la gente que se ve forzada a migrar, al tiempo que ha convertido nuestro patrimonio histórico en un medio transmisor de las nuevas realidades que sacuden el Mediterráneo. Por lo tanto, animo a los ayuntamientos, entidades y personas a título individual a participar en este nuevo encendido", destacó el dirigente del Consell.

De este modo, el 12 de enero se encenderán las torres, atalayas, castillos, campanarios y otros puntos elevados de la costa y de los pueblos de interior. Una comunicación entre todos que tendrá lugar a las 13 horas y a las 18.15 horas -con señales de humo durante el día y de luz durante la noche- con un doble objetivo: reivindicar el patrimonio histórico y defender los derechos humanos.

La iniciativa sumó el año pasado 56 puntos de encendido en Mallorca, con la movilización de multitud de ayuntamientos, entidades sociales y voluntarios. En esta nueva edición se sumarán puntos de encendido en Menorca, Eivissa y Formentera.

En Eivissa se iluminará la Torre de la Sal, mientras que en Menorca se trabaja con la idea de utilizar el circuito de talayots de la isla para hacer el encendido.

También está previsto que la iniciativa se extienda a algunos países del norte de África -Marruecos, Líbano, Túnez- donde el Fondo Mallorquín de Solidaridad desarrolla proyectos de colaboración, así como en la isla griega de Quíos.