El futuro más inmediato pasa por la digitalización de las empresas como gran eje para lograr la internalización de sus servicios y con ello, un aumento de la demanda y la productividad. Miguel Cardoso, economista explica en que consisten los principales retos que deben que afrontar las empresas, dónde se suele fallar al intentar lograrlos y el importante papel que juega la tecnología en este nuevo contexto conocido como la 'cuarta revolución industrial'.

El Club Diario de Mallorca acoge el próximo lunes día 10, a partir de las 18.30 horas, una jornada de BBVA que bajo el título 'Go Digital!: Claves para la internacionalización, el crecimiento y la productividad de la empresa balear', analizará la importancia de la digitalización e internacionalización de las empresas. Este evento es una muestra del compromiso de BBVA con Balears. Su objetivo es contribuir a que la sociedad balear y en concreto sus empresarios estén más informados del contexto actual. De este modo podrán tomar mejores decisiones para afrontar los retos y oportunidades que esta nueva revolución industrial está planteando.

—¿Cuáles son las claves del éxito para afrontar el reto de la internacionalización?

—La más importante es el tamaño. La escala de una empresa está íntimamente ligada con su productividad. Un aumento de esta permite poder satisfacer incrementos de la demanda externa con los mismos recursos o ganar cuota de mercado gracias a las ganancias en la competitividad.

La mayor parte de las empresas baleares son relativamente pequeñas. Por ejemplo, alrededor de un 97% de ellas tienen menos de 10 trabajadores. Esto hace que solo 1 empresa por cada mil habitantes sea exportadora. Como referencia, en el País Vasco, reducir el porcentaje de microempresas al 95% del total permite multiplicar por 6 el número de empresas por cada mil habitantes.

—¿En qué aspectos se suele fallar al abordar este crecimiento empresarial?

—Dado lo anterior, es clave identificar las barreras que impiden el crecimiento de las empresas. Un primer factor que juega un papel importante es la regulación. Primero, elevando los costes de inicio y operación de un establecimiento productivo. Segundo, desincentivando la ganancia de tamaño. Por ejemplo, muchas ayudas (bonificaciones) fiscales dependen de la escala, lo que hace que las empresas duden en crecer si eso implica perder un subsidio.

Aquí, sería necesario cambiar el diseño, evitando umbrales (50 trabajadores) y reduciendo suavemente los costes de acceder a las ayudas conforme aumenta la escala de la empresa. Además, ciertas regulaciones tienden a proteger a las pymes de la competencia directa de las grandes empresas, permitiéndoles generar rentas que extraen del resto de la sociedad y desincentivando su crecimiento. Esto sucede particularmente en el sector servicios. Adicionalmente, hay que tratar de diversificar más las fuentes de financiación de las PYMES, muy dependientes en el crédito bancario o en entidades específicas.

Finalmente, el capital humano y la regulación en el mercado laboral son claves. Por un lado, la educación tanto de empresarios como de trabajadores es importante para explicar la escala de una empresa. Por otro, la dependencia en la temporalidad reduce la inversión en la formación de los trabajadores, limitando el crecimiento de la productividad y de las empresas en general.

—¿La adaptación a las nuevas tecnologías es un elemento clave para la supervivencia de las empresas?

—El crecimiento de la demanda interna en España estará limitado por cuando menos dos fuerzas: el proceso de reducción de endeudamiento y el envejecimiento de la población. En ausencia de reformas que eleven la capacidad de producción de la economía, estas dos tendencias reducirán el aumento del gasto en consumo hacia delante.

Por un lado, aunque empresas y familias han avanzado en mejorar su situación financiera, el endeudamiento del sector público sigue siendo elevado. A este respecto, la incertidumbre sobre cómo disminuirá dicho apalancamiento y las medidas que se tomarán para ello, mantendrá el gasto contenido. Por otro lado, el cambio demográfico hará que una parte cada vez mayor de la población cambie sus hábitos de consumo: mientras aumenta la edad promedio, el ahorro, como porcentaje del ingreso tiende a aumentar.

El cambio tecnológico permitirá abordar estos dos retos, permitiendo mejoras de la competitividad por un lado y por otro, incrementando el acceso hacia otros mercados.

—¿En qué consiste el concepto de democratización del uso de la tecnología?

—Por ejemplo, en el incremento del acceso a ciertos servicios. La tecnología es capaz hoy de poner a disposición de empresas pequeñas, palancas para la mejora de la productividad o la reducción de costes, que en el pasado estaban sólo disponibles para las grandes. Esto pasa con aplicaciones que ponen en contacto más fácilmente a proveedores y distribuidores de todo el mundo, o con la capacidad de analizar los datos que se van generando y que pueden suponer una ventaja competitiva en la era digital.

Aquí, es importante que las administraciones públicas continúen proporcionando una infraestructura adecuada y una regulación que continúe permitiendo el acceso a estos servicios, manteniendo un régimen de competencia apropiada.

Inscripciones

Puede inscribirse en la web del Club Diario de Mallorca

Lugar: Club Diario de Mallorca

Hora: 18.30 h