La contestación interna con la que debe lidiar Miquel Ensenyat, presidente del Consell y candidato de Més al Govern, por la polémica autovía entre Llucmajor y Campos ha jugado un papel fundamental en el recorte de nueve metros de anchura. Esta medida reducirá el consumo de territorio en entre 70 y 80 hectáreas. El presidente del Consell en persona pidió a sus socios del PSIB-PSOE que se modificara el proyecto para intentar calmar al colectivo antiautopista. En el seno de Més existe un enorme nerviosismo por las consecuencias electorales que puede suponer este proyecto tan criticado entre sus bases. De hecho, la mayoría de los antiautopista son votantes potenciales de Més. "Tenemos la presión en casa", reconocen los nacionalistas.

Mercedes Garrido, consellera de Territorio y más que probable candidata socialista al Consell, no tenía tanta presión interna. Incluso era partidaria de mantener el proyecto inicial. No obstante, la petición del presidente del Consell motivó que se estudiase la posibilidad de reducir el impacto. Vieron que era posible rebajar los caminos de servicio al mismo nivel de los carriles y acercarlos al tronco de la carretera. De ahí viene el anuncio del martes por la tarde de que el desdoblamiento será 9 metros más estrecho.

Lo que ocurre es que, pese a este juego de poderes políticos en el Pacto de Izquierdas del Consell, los integrantes de la Plataforma Antiautopista no están por la labor de cesar en su ofensiva contra el proyecto. Jaume Adrover, portavoz de Terraferida y de la plataforma mostró sus dudas: "Nos habían dicho que la anchura del proyecto era de 42 metros y ayer nos enteramos que tenía 54, no nos fiamos de la consellera de Territorio, Mercedes Garrido, y queremos ver el proyecto porque todo es muy opaco con esta autopista".

La Plataforma Antiautopista celebró ayer una asamblea para analizar los cambios anunciados. En ella se abordó uno de los argumentos del Consell para defender la reducción del impacto, según el cual con este redimensionamiento la nueva carretera será 45 centímetros más estrecha que la autovía de Palma a Manacor. Sin embargo, la Plataforma realizó mediciones y aseguró que la vía de Manacor en muchos de sus tramos solo tiene 30 metros.

"El anuncio del Consell deja claro que sí se puede modificar el proyecto, todo lo contrario de lo que nos han venido diciendo hasta ahora desde Carreteras. El problema es que los partidos del Pacto lo han dejado todo en manos de Mercedes Garrido y no han hecho su trabajo mirando el proyecto que aprobaban", indicó Adrover en alusión a Més y Podemos.

Reunión urgente

El manifiesto antiautopista ya cuenta con más de 4.000 adhesiones particulares y 152 entidades. Sin duda alguna la presión del colectivo sobre Més ha sido clave para este cambio de proyecto. Pese a ello, en la Plataforma no se fían: "No vamos a cesar la campaña, ya que nos han engañado varias veces", manifestaron en la asamblea abierta. Exigirán una reunión urgente con los responsables de carreteras para analizar el proyecto "ahora que se ha comprobado que sí se podía modificar pese a iniciarse las obras", dijo el presidente del GOB Amadeu Corbera.

Por otra parte, el alcalde de Campos, Sebastià Sagreras calificó de marketing la reducción de 9 metros y consideró que "los cambios van a afectar poco al proyecto final, ya que lo que nos importa es que haya cuatro carriles y caminos de servicio". "El resto -según Sagreras- es un claro intento de quedar bien con los antiautopista que al final creo que tampoco les saldrá muy bien".

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