Baleares sufre la tasa más alta de delitos contra la libertad e indemnidad sexual de toda España, según un informe sobre esta modalidad delictiva hecho público por el ministerio del Interior. El año pasaron se registraron en las islas 517 casos, lo que situó a la provincia en el cuarto lugar en cuanto a delitos sexuales. A escala nacional, la mayoría de las víctimas fueron de sexo femenino y cerca de la mitad de ellos fueron adolescentes o niños menores de edad.

Si en ese ejercicio la tasa media en España de agresiones, abusos, prostitución, pornografía infantil y otros delitos fue de 25 casos cada diez mil habitantes, en Baleares se registraron 45.

En números absolutos las provincias más afectadas por esta creciente lacra fueron: Madrid (1.776 casos); Barcelona (1.627 casos); Valencia (661) y Baleares (517). La que menos violaciones y agresiones registró fue Teruel, con una tasa de 10 casos por diez mil habitantes.

El informe también recoge cifras sobre el número de víctimas de los delitos sexuales, que en el archipiélago ascendieron a 568 personas. A escala provincial, las islas ocupan el cuarto puesto en cuanto a víctimas, superadas por Madrid (1.778) y Valencia (726).

El estudio destaca la efectividad de los cuerpos policiales en la investigación de la violencia sexual. De hecho, en Baleares ese año se esclarecieron 348 hechos y se produjeron 271 detenidos o investigados.

Setenta y cinco de los 517 casos investigados en nuestra Comunidad Autónoma tuvieron relación con menores de 16 años como víctimas de los delitos sexuales. Así se registraron 19 casos de contactos sexuales con niños menores a través de las nuevas tecnologías, 9 de corrupción de menores, 28 de exhibicionismo ante niños y 19 de pornografía infantil.

A escala nacional la mayoría de las víctimas (8.018) fueron del sexo femenino, frente a tan solo 1.401 agredidos de sexo masculino.

En cuanto a edad, 4.551 víctimas tenían menos de 17 años, sobre un total de 9.537 personas, lo que supone que alrededor de la mitad de los agredidos son niños o adolescentes.

Entre las conclusiones del Informe sobre Delitos contra la Libertad e Indemnidad Sexual destacan "un claro aumento en los últimos cuatro años de esa violencia sexual, crecimiento más intenso entre 2016 y 2017".

Todas las modalidades de esta crimininalidad han subido, pero especialmente los delitos de contacto mediante nuevas tecnologías y los abusos sexuales con penetración.

El perfil medio del agresor es el de un hombre de entre 41 a 64 años, cliché que se repite también entre los ciberdelincuentes sexuales.

Interior advierte de que en la ciberdelincuencia sexual más de 7 de cada 10 víctimas son menores de edad. Sobre la relación entre agresor y víctima en la mayoría de los casos no existía antes de los hechos, pero en los menores sí que había vínculos.