La red de campos de golf de Mallorca, formada por 21 campos, genera un impacto económico de 166,94 millones de euros y "es un multiplicador económico que tiene potencial para contribuir a la transformación productiva de Balears". Por cada euro facturado, provoca un aumento de la producción de bienes y servicios de 2,04 euros en la isla y 2,08 en Balears, superando a actividades como el alojamiento, la restauración o el transporte aéreo.

Antoni Riera ha presentado este jueves, en el Golf de Son Muntaner el informe 'Red de campos de golf de Mallorca. Estudio de impacto económico', realizado por la Fundación Impulsa Balears, que lidera. Ha sido promovido por la Federación Balear de Golf y la Asociación de Campos de Golf de Mallorca.

El acto ha sido clausurado por el conseller de Trabajo, Comercio e Industria del Govern, Iago Negueruela, que ha destacado el impacto del golf sobre el empleo, con contratos a tiempo completo e indefinidos y su efecto en la desestacionalización, a la vez que hace un llamamiento a "ir eliminando los tópicos" sobre esta actividad. El 89,2% de los trabajadores asociados a los servicios de gestión propia de los campos disponen de un contrato indefinido, mientras que el 97,4% desempeñan su labor a jornada completa.

Sin representantes de Turismo

El presidente de la Asociación de Campos de Golf, Luis Nigorra, ha reclamado más apoyo a la promoción durante la rueda de prensa posterior a la presentación a la que, por cierto, no han acudido representantes de la Conselleria de Turismo, de la Agencia de Estrategia Turística de las Illes Balears (AETIB) ni tampoco del Consell de Mallorca. Al respecto, Bernardino Jaume, presidente de la Federación Balear de Golf, ha manifestado sentirse "decepcionado" pues se pretendía con esta jornada que las instituciones conocieran de cerca el impacto de esta industria. En contraposición, ha mencionado que en Andalucía la presidenta, Susana Díaz, y hasta la secretaria de Estado Turismo, Bel Oliver, estuvieron presentes en un evento promocional, en el que los andaluces son líderes. Mallorca está por detrás de Andalucía, Canarias y el Algarve (Portugal) en cuanto a reconocimiento como destino golfista en el exterior.

En el estudio presentado han participado 19 de los 21 campos existentes en la isla, ubicados en nueve municipios de elevada intensidad turística; dos terceras partes se ubican en Palma, Calvià y Llucmajor, localidades que acogen cuatro de cada diez plazas, además de hay un presencia destacada en el norte de la isla --en Pollença, Alcúdia, Capdepera y AlcúdiaCapdeperaSon Servera-- y en Andratx y Felanitx

El impacto económico total de la red se eleva a 166,94 millones de euros en 2017, cifra que representa el 0,59% de la producción anual de bienes y servicios de Mallorca. Un porcentaje que se fija en el 0,47% si el impacto se extiende al conjunto de Balears.

Por cada euro facturado, la red de campos de golf provoca un aumento de la producción de bienes y servicios de 2,04 euros en Mallorca y 2,08 en el archipiélago. "Su efecto multiplicador" total, destaca Riera, se asimila o supera el de otras actividades de servicios altamente representativos del tejido insular, como el alojamiento (2,04), la restauración (2,02) y el transporte aéreo (1,97), y como el que ejercen manufacturas clásicas como la elaboración de bebidas alcohólicas (1,87). Aunque el archipiélago crece, "tiene dificultades para traducir el crecimiento en bienestar", recuerda el director de la Fundación Impulsa Balears, y en este sentido apela a que el golf es un buen aliado, porque el futuro pasa por crecer en protagonismo en la industria del transporte y la logística.

Alemanes a la cabeza

Ocho de cada 10 rounds son jugados por extranjeros, principalmente alemanes (43,7%) y británicos (13,9%), así como nórdicos (9,9%), suizos (3,3%) y austriacos (1,6%). Los españoles ocupan el segundo lugar (17,5%).

No hay estudios sobre el gasto ni el número de turistas de golf, aunque "por su comportamiento" en los campos se deduce que su capacidad de gasto está por encima de la media, señala Riera. La estancia media del golfista es de seis o siete días y visita cinco campos. Para crecer en esta actividad turística, se requieren más conexiones aéreas y plazas turísticas.

La red tiene capacidad para contribuir a rebajar el patrón estacional de la actividad turística insular, pues concentra la mitad de la actividad anual durante la temporada media (47,1%, total rounds) y mantiene un notable equilibrio entre la temporada baja (23,9%) y alta (29%).

Contra sus estigmas

Los campos de golf de la isla tienen una antigüedad media de 26 años y ofertan 1.239 plazas turísticas de cuatro y cinco estrellas. Cada vez son más los jugadores y se trata del tercer deporte más relevante en el archipiélago, con 7.202 federados, lo que supone que concentra el 7,3% de las licencias deportivas tras el fútbol (28,1%) y el baloncesto (8,8%).

Frente a los estigmas que rodean esta actividad, vista como para "ricos" y con gran consumo de agua y territorio, Bernardino Jaume afirma que los campos de golf se riegan al 100% con agua depurada y mientras enfrentan el problema de depuradoras obsoletas, de la que reciben líquido de mala calidad cuando no dan abasto. Lluis Nigorra pone el acento en que los campos son "reservas naturales" porque atraen a las aves que camino a África pasan hasta dos meses en la isla. Sobre el consumo de territorio, el presidente de la Asociación de Golf subraya que si juntamos los 21 campos en una finca, equivalen al 6% de Palma o al 8% de Calvià, apenas 1.300 hectáreas de toda la superficie de la isla.