Una mujer que está incluida entre los más de 227 perjudicados por la supuesta estafa millonaria de Lujo Casa, explicó ayer al juez Juan Ignacio Lope Sola, que el impacto emocional causado por este delito le ha llevado a buscar ayuda psicológica y psiquiátrica. La víctima, que se mostró muy afectada durante su interrogatorio, añadió que incluso ha tenido que ser ingresada por una crisis.

Según la testigo, el presunto cerebro de la estafa, el fugitivo en Colombia Carlos García Roldán, le pidió que el primer plazo para la compra de su vivienda lo hiciera en metálico. Fueron 23.000 euros que el empresario en busca y captura internacional cobró en mano y no ingresó después en las cuentas de su grupo empresarial.

Antes también declaró una joven que fue interrogada por el papel de Michele Pilato y de José Antonio Mir, ambos encarcelados por este caso, en las operaciones de firma de los contratos y pago de las cantidades a cuenta.

Por otro lado, la fiscalía y las acusaciones particulares se están coordinando para agilizar las declaraciones de las decenas de imputados.