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Opinión

Millones "sin control"

Millones "sin control"

Mallorca debuta en la corrupción exterior con un excelente resultado. Sa Nostra en Son Bordoy es el primer gran escándalo local instruido por completo fuera de la isla. En efecto, la caja de ahorros ofrece un panorama tan candente que ningún fiscal, juez ni Parlament se atrevería a hincarle el diente.

Solo desde la profilaxis del espacio exterior se podía abordar la corrupción del entramado mallorquín. La denuncia contra Sa Nostra en Son Bordoy corresponde al FROB estatal, la Audiencia Nacional ha aportado al instructor Santiago Pedraz. La acusación pública viene encomendada a Myriam Segura, que adquirió notoriedad con el caso Gürtel, ya es mala suerte.

Mallorca solo aporta los acusados, amén de abogados tan reputados como Pedro Horrach. Los ejecutivos de Sa Nostra han tenido que soportar desde fuera la acusación que nunca soñaron con escuchar dentro, "la ausencia total de control sobre los fondos entregados por la Caja de Ahorros". El entrecomillado corresponde a la fiscalía anticorrupción, que ni siquiera concede a los ahora procesados la etiqueta de "crimen organizado" que define asimismo a esa vertiente del ministerio público.

El crimen desorganizado que detectan las fiscales y el juez explica retrospectivamente la precipitada jubilación de Pere Batle, el eterno director general que el día de su despedida me reconocía que "todavía te has metido poco con nosotros". Se le atribuía el mérito de la inmortalidad en el cargo con PP y PSOE, de haber sido represaliado por la izquierda no se encontraría a punto de recibir una petición de pena en el rango de años.

Al igual que sus compañeros de banquillo, Batle "participa de forma activa y sus opiniones son fundamentales para la toma de decisiones". Los políticos solo han sido aliviados penalmente. Su responsabilidad sigue viva.

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