Primero perdió a su hermano, Sergio, con 35 años, este mes hará tres años. Y en medio de ese duelo, Nuria Moreno tuvo que enfrentar otro más: el fallecimiento de su madre, María José, 60 años en enero de 2017. Dos vidas truncadas por una enfermedad neurodegerativa y en medio la de Nuria. Tenía que seguir adelante y gracias al acompañamiento de la psicóloga Pilar Moyá, que hoy continúa, esta joven mallorquina ha tenido un hombro en el que apoyarse. “Sin que nadie te juzgue y sin que nadie te diga, aunque sea con buena intención, que no llores,”.

Nuria Moreno, Antònia Simon y Antonia Artigas contaron ayer su testimonio como beneficiarias del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación Bancaria la Caixa, que cumple diez años en Palma. En esta década ha atendido a 4.428 personas en el final de la vida y a 6.218 familias a través de hospital Sant Joan de Déu, Son Espases, Son Llatzer, el hospital de Inca, la Asociación Balear de Esclerosis Múltiple, la Federación de personas con discapacidad física y física-psíquica y los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Calvià. También se interviene a través de la Unidad de Curas Paliativas Pediátricas en Son Espases y con voluntariado a domicilio.

En CaixaForum Palma presentaron el balance de este programa el subdirector general de la Fundación Bancaria la Caixa, Marc Simón; el director general del Servicio de Salud de Balears, Juli Fuster; la directora territorial de CaixaBank en el archipiélago, M. Cruz Rivera; el director científico del programa, Xavier Gómez-Batiste; el director médico del hospital Sant Joan de Déu, Nicolau Flaquer, y la directora de CaixaForm Palma, Margarita Pérez-Villegas.

El programa completa la atención recibida por parte de las unidades de cuidados paliativos en hospitales y domicilios, basada en el soporte emocional, social y espiritual tanto para los pacientes como sus familiares. Son 128 los hospitales en España, 133 unidades de soporte domiciliario y 42 equipos de atención psicosocial formados por psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, médicos, agentes pastorales y voluntarios para atender a los beneficiarios. Se ha atendido a 145.000 pacientes y más de 200.000 familiares en total. Cada año mueren en España más de 400.000 personas a causa de enfermedades incurables. El 50% requieren cuidados paliativos y la mitad también atención psicosocial.

Tempestad calmada

Antònia Artigas, 57 años, es una paciente de Son Llatzer diagnosticada con cáncer de médula desde hace tres años y medio. Sonríe a la vida, después de un trasplante de médula “muy duro”. Ahora celebra que lleva dos meses sin medicación. Sabe que su enfermedad es crónica, pero está “controlada” y, sobre todo, acompañada. Ella y su familia. Hubo un mensaje que se le quedó grabado: “La tempestad se iba a calmar” y por eso disfruta de la vida “al máximo”. En su lucha contra la enfermedad hay momentos en que se te pasan por la cabeza “cosas que no puedes decir a tu familia”. Para pasar estos tragos cuenta con la ayuda de Raquel Rodríguez, su psicológa. “Cuando te derrumbas” Raquel está ahí.

Su marido falleció hace un año. Habla Antònia Simón. Por su cabeza han pasado muchas cosas pero tuvo adónde acudir, y gracias a la terapia pudo superar su “más grande ansiedad”. “No preocuparme por mañana”.

“Calidez, amor, humanidad”. Nuria Moreno resume el apoyo que ha encontrado para seguir viviendo tras pasar por la muerte de su hermano y de su madre. Dos duelos que le han hecho sentirse la persona más desgraciada”. Tras tres años participando en el programa se queda con este máxima: “Prima que los tuve conmigo y el vínculo que tuvimos fue especial”. Su padre ha preferido luchar contra estas pérdidas con sus propios recursos. Nuria buscó “un lugar para llorar y expresarse”. A su lado la psicóloga Pilar Moyá asiente.