El número de afectados por el caso Lujo Casa, la mayor presunta estafa inmobiliaria de Balears en los últimos años, ha crecido ya desde los 200 a los 227, según los recuentos efectuados por el juzgado que ha unificado todas las causas contra la trama. De forma paralela, Michele Pilato, el empresario italiano Michele Pilato,considerado uno de los dirigentes de la supuesta organización criminal y preso desde el 31 de agosto, insistió ayer ante el juez en desvincularse de Carlos García Roldán, el presunto cerebro de la estafa y supuestamente huido de la Justicia a Colombia.

Según fuentes próximas al caso, no se descarta que la lista de perjudicados por la estafa, que podría ascender a más de 7 millones de euros, crezca, dado que todavía falta por añadir a la causa general algunos denunciantes y querellantes.

Michele Pilato, defendido por Josep Zaforteza, fue excarcelado ayer para declarar ante el juez Juan Ignacio Lope Sola y una docena de abogados, que representan a los 227 afectados.

Papel tangencial

Pilato intentó convencer al instructor y a la fiscal de que solamente tuvo un papel tangencial en la presunta estafa, de que no era socio de García Roldán, que éste le debe dinero y que tiene en Palma el suficiente arraigo familiar como para no darse a la fuga.

Hace unos días, el juez denegó la libertad provisional de Pilato y de José Antonio Mir, el maestro de obras catalán que se presentaba como futuro constructor de las 21 promociones inmobiliarias que fueron vendidas sobre plano y que nunca se empezaron a edificar.

Pilato quiso ayer ampliar y explicar su declaración ante el juez de guardia, que lo envió a prisión, y desmarcarse de García Roldán, que desapareció de Mallorca el pasado mes de marzo, cuando empezaron a acumularse las querellas, denuncias y buscas y capturas contra él.

Según la Guardia Civil, Roldán y Pilato se repartieron los papeles para captar compradores sobre plano y que estos adelantaran importantes sumas al pensar que trataban con unas estructuras empresariales sólidas y solventes.

Pilato insistió en que él compartió oficinas con García Roldán, pero que él no vendió los pisos y chalés que aquel ofreció construir y que se limitó a facilitar la web de su empresa, Mallorca Investment para que el ahora fugitivo anunciara sus promociones.

Según el declarante, su inmobiliaria solo vendía fincas de segunda mano y no obra nueva de García Roldán. Él sí se interesó por algunas de las casas de los compradores de Lujo Casa.

Pilato fue interrogado por unos traspasos de fondos de una cuantía muy importante entre él y García Roldán y contestó que esas operaciones obedecían a un préstamo.

Acuerdo verbal

Al ser requerido sobre si existe un soporte documental de ese préstamo, respondió que no y que fue un acuerdo verbal, basado en la mutua confianza.

Hoy están citados como testigos algunos de los afectados que firmaron el contrato de compraventa con García Roldán y ante la presencia de Michele Pilato.

Ayer mismo, otra perjudicada explicó a este diario que firmó el contrato un sábado a las 8 de la tarde con la inmobiliaria cerrada. Pese a ello, estaban en el local Pilato, Roldán, Mir y un comercial. “Pensé: qué gente más trabajadora que estaban un sábado a las ocho de la noche en la inmobiliaria, pero ahora me doy cuenta que todos estaban allí para pillar su parte”, señaló la denunciante.

De víctimas a promotores

Esta mujer entregó a cuenta más de 50.000 euros a Roldán, una cifra muy similar a la aportada por otro afectado, que ayer también acudió al juzgado para interesarse por el caso.

Ambos afectados querían comprar sendos chalés en una promoción que Roldán prometió levantar sobre el único solar que Lujo Casa llegó a comprar.

Sin embargo, el fugitivo hipotecó ese terreno antes de desaparecer.

Los dos denunciantes explicaron que la idea de los afectados por esta promoción es recuperar el solar y tratar de construir ellos mismos los chalés. “La hipoteca del solar fue un alzamiento de bienes y confiamos en recuperar la parcela y poder hacer allí nuestras casas”.