Cuando le pides a Pep (nombre ficticio a petición del denunciante) que te cuente su periplo sanitario, él matiza que se trata más bien de una "pesadilla" sanitaria. Una "pesadilla" que se atenuó ayer en parte ya que, tras contrastar este diario la denuncia con Son Espases, este hospital le llamó para "lamentar" el error cometido y comunicarle que la prueba preferente solicitada por su hospital de Manacor el pasado 13 de noviembre para la que había sido citado el 6 de junio del año que viene, casi siete meses después, le será realizada en diciembre.

Todo empezó hace más de diez años cuando Pep, que trabajaba como chófer de un servicio de transporte urgente intereuropeo en Barcelona, sufrió un ictus en el paso fronterizo de La Jonquera, en la misma aduana, cuando regresaba de un porte realizado en Francia. "No sé lo que pasó, me desperté en un hospital de Barcelona. Me dijeron que había sufrido un ictus y que previsiblemente tendría secuelas como pérdida de visión y de fuerza en los brazos, por lo que me preguntaron si tenía familia que pudiera ocuparse de mí y me enviaron a Manacor", comienza su relato.

Su primera "secuela" fue quedarse sin fuerza en el brazo izquierdo -"no podía sostener ni una hoja de papel"- a lo que siguió un dolor "fuerte y esporádico debajo del ombligo", con estreñimientos y diarreas alternándose, que no ha cesado en los últimos seis o siete años y por los que solo ha recibido incomprensión por parte de los profesionales sanitarios que le han atendido.

"Me intentaron hacer una colonoscopia pero no pudieron ya que, me dijeron, tenía el colon muy largo. Pasó el tiempo y, al seguir quejándome, me remitieron a la unidad del dolor del hospital de Manacor donde me pinchaban y me daban unas pastillas que me dejaban atontado y no me lo quitaba. Me espaciaron las consultas con el servicio de digestivo cada seis o siete meses, pese a que seguía teniendo dolor y continuaban sin hacerme la colonoscopia. Me llegaron a decir que mi dolor era psicosomático, que a consecuencia del ictus mi cerebro me estaba ocasionando dolores que no eran reales", prosigue.

Todo cambió hace tres meses cuando la sustituta del médico de cabecera de Pep (con el titular había padecido la misma incomprensión) decidió hacerle una analítica de heces que detectó la presencia de sangre. Le volvió a derivar a digestivo de Manacor donde otra sustituta le pidió un tac del colon que diagnosticó un megacolon dilatado 9 centímetros más de lo normal.

Dos médicos sustitutos

"Dos médicos sustitutos me detectaron lo que los titulares no supieron hacer en siete años", se lamentaba ayer Pep. El pasado 13 de noviembre, el equipo de cirujanos de Manacor, tras una sesión clínica, le comunica que no se atreven a operarle sin hacerle antes una biopsia rectal, prueba que admiten que el hospital comarcal no puede realizar por lo que le derivan con prioridad preferente a Son Espases.

La indignación acumulada de Pep explotó cuando el pasado martes, día 20, recibió una comunicación de Son Espases en la que le citaban para esa prueba preferente el 6 de junio, dentro de siete meses. Pep pensó que se trataba de la cita para la biopsia (la nota recibida, a la izquierda de estas líneas, no lo especifica), pero era para una manometría anorectal que debe realizarse antes de la biopsia.

"Ayer, después de hablar con vosotros, me llamó el coordinador de digestivo de Son Espases para lamentar lo que calificó de un error y decirme que la cita de junio me la adelantarían a diciembre. Me especificó que es una suerte de prueba de esfuerzo para ver si me pueden operar sin una bolsa para las heces. El problema es que esa prueba es previa a la biopsia, para la que aún no tengo cita ", concluye Pep manifestando una lógica reserva hacia un Servei de Salut.