Las familias han iniciado una campaña de cara al próximo 4 de diciembre. Ese día las clases se suspenderán a las 13 horas para que los profesores voten a sus representantes sindicales y los padres exigen que Educación garantice la atención a sus hijos a partir de esa hora.

En un comunicado emitido ayer cargaron contra la Conselleria por trasladar a las familias esa responsabilidad y contra los sindicatos por priorizar la atención a los niños: "¿Los derechos de los docentes son más importantes que los derechos de las familias y de los niños?", se pregunta la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA).

"Muchas familias se encontrarán en una situación de indefensión cuando la atención se acabe 13 horas y tengan que hacerse cargo de sus hijos porque los docentes no pueden ejercer su derecho al voto en otro momento, según nos quieren hacer creer los representantes sindicales", denunció FAPA: "¿Pero, y el derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral dónde queda?", planteó.

La FAPA solicita buscar otra manera para que se pueda hacer efectivo el derecho al voto de los profesores sin "parar totalmente la actividad en los centros". Por ejemplo, proponen hacer votaciones escalonadas o establecer servicios mínimos para asegurar la guardia y custodia de los niños.

Así lo propuso la Federación hace más de un mes en un escrito dirigido al director general de Innovación y Comunidad Educativa, Jaume Ribas y del que aún no han tenido respuesta.

Hay sindicatos que han propuesto sistemas de votación diferentes (Alternativa planteó una votación telemática), pero finalmente se ha mantenido el habitual "que paraliza la vida de los centros", lo que para FAPA prueba que "la prioridad de los sindicatos no es asegurar que los niños estén atendidos o que las familias no tengan que dejar sus trabajos de forma extraordinaria".

Las familias deploran que al pedir soluciones, la respuesta de la Conselleria es que son las APAs las que se han de hacer cargo de la situación y cubrir con sus recursos la custodia de los niños, ampliando los horarios de comedor o extraescolares: "Esto no es una respuesta, es un traslado de responsabilidades a las familias asociadas, a personas voluntarias".

Por todo ello, FAPA ha iniciado una campaña remitiendo a todas sus APAs un modelo de solicitud para que lo envíen a Educación, instándole a garantizar la atención a los niños en el horario habitual del centro.