En su última obra, Paula Bonet ha convertido sus palabras y pinceles en un cincel para romper el tabú del aborto espontáneo; una situación sobre la que nunca se habla a pesar de que la viven una de cada cuatro mujeres. Su último libro 'Roedores. Cuerpo de Embarazada sin Embrión' cuenta en primera persona la historia de las dos pérdidas gestacionales que tuvo Bonet el año pasado. Esta tarde la presenta en la librería Rata Corner de Palma, acompañada por Joan Miquel Oliver.

La pintora, referente feminista en nuestro país, cree que en general "faltan palabras" para nombrar lo femenino, algo que también sucede en aspectos relacionados con la maternidad y en particular con los abortos espontáneo: "Estamos en un contexto en el que no se nos permite vivir un duelo por alguien que no ha nacido. No lo puedes nombrar. Tras mi primer aborto formé parte del silencio colectivo, con el segundo decidí contarlo, es una deuda con las de mi género".

¿Por qué cree que se impone ese silencio ante este tema? "Por la tara. Sientes que tienes una tara. Te venden que maternidad y feminidad son lo mismo. Tienes dos años y te dan un muñeco y empiezas a hacer de madre y cuando empiezas a hablar de lo primero que te preguntan es cuántos hijos vas a tener, cuando, como dice Lina Meruane, la pregunta debería ser si quieres o no quieres ser madre", razona Bonet.

"Tu pensamiento se configura sobre esa idea, maternidad y feminidad, y eso dice mucho también de las maneras de control de las mujeres a través de las maternidades. Tú tienes que ser madre. Y primero viene el conflicto porque cuando tu cuerpo está mejor preparado para ello, el contexto económico casi ni te permite sustentarte a ti misma. Y cuando puedes planteártelo ya eres demasiado vieja. Viene el problema de la pérdida, cuando ya te has decidido resulta que no puedes. Y si maternidad es feminidad, pues... es que tengo una tara. Y si no tengo la tara, es que tengo la culpa", señala, resumiendo el sentimiento por que han pasado los millones de mujeres que han pasado por esta experiencia.

Bonet incluye romper este silencio dentro de la lucha feminista, una lucha que no es de géneros, recuerda: "Es una lucha de hombres y mujeres contra un sistema". La pintora se muestra "optimista" ya que, indica, "somos muchos y muchas las que hemos despertado". Y ese despertar, apunta, "supone nombrar aquello contra lo que ya te rebelabas sin saberlo y además presa de mucha incomprensión". Pone un ejemplo: "Yo siempre he rechazado las revistas de cotilleos y 'femeninas', que te dicen cómo ponerte la falda o cómo parecer más guapa, me ponía muy nerviosa ver a familiares y amigas con ellas y no tenía argumentos. Ahora sí, por fin hemos puesto palabras, aunque aún faltan; nos las tendremos que inventar porque faltan palabras para nombrar lo femenino. Hay cosas que siguen en la sombra. Ahora al menos sabemos y podemos enfrentarnos a ese enemigo que antes estaba ahí entre tinieblas".

Lea la entrevista completa mañana en diariodemallorca.es y en la edición de papel de este diario.