Brico Depôt, tercer grupo mundial de bricolaje, cierra su tienda en Mallorca, ubicada en la calle Hort de les Ánimes de Palma en el barrio de Nou Llevant, desde febrero de 2013, cuando su apertura, en plena fiebre del bricolaje doméstico, provocó un colapso de público en los accesos a la gran superficie con más de 4.000 personas.

El establecimiento cuenta con sesenta empleados cuyo futuro ahora está en el aire, que fueron contratados con la mediación de los servicios de empleo del Ayuntamiento de Palma, y una tienda de 7.545 metros cuadrados que se divide en un área de venta interior de 5.528 metros y otra exterior de 2.017 para materiales de construcción, además de un aparcamiento para clientes con capacidad para 301 vehículos

El grupo británico Kingfisher, presente en el mercado español a través de la cadena de tiendas de bricolaje Brico Depôt, ha anunciado hoy que abandonará España, donde cuenta con 31 establecimientos, para concentrarse en aquellos países donde cuenta con una cuota de mercado significativa. Aunque durante su inauguración en Palma, los responsables de la tienda se comprometieron con el mercado local, señalando que la gran superficie que abrían era la de una empresa global con vocación de trabajar a nivel local con una política de responsabilidad social y corporativa.

El discurso de ayer fue otro. "Estamos comprometidos con nuestro plan de crear un negocio fuerte a largo plazo", explicó la consejera delegada del grupo británico, Véronique Laury, añadiendo que "la decisión de salir de Rusia, España y Portugal forma parte de este compromiso".

La empresa tenía beneficios en España y pérdidas en Portugal

Según los datos de la compañía, presente en el mercado español desde 2003, Brico Depôt Iberia cuenta con 31 tiendas abiertas en España y Portugal, de las que 27 corresponden a España, y con un total de más de 1.700 trabajadores.

En su último ejercicio fiscal, Brico Depôt España logró un beneficio operativo de 2 millones de libras esterlinas (2,2 millones de euros), mientras que el negocio portugués registró pérdidas de explotación por importe de 2 millones de libras (2,2 millones de euros).

"Esto nos permitirá aplicar nuestra estrategia con mayor enfoque y eficacia en nuestros mercados principales, donde contamos o podemos alcanzar una posición de liderazgo", apostilló Laury.

En el tercer trimestre de su año fiscal, las ventas de Kingfisher sumaron 3.048 millones de libras (3.426 millones de euros), un 0,2% más que un año antes, aunque en términos comparables disminuyeron un 1,3%. El negocio de la compañía mejoró un 0,9% entre agosto y octubre, hasta 87 millones de libras (98 millones de euros).