Baleares es la comunidad donde más aumentó en 2017 el número de personas que necesitan un tratamiento renal sustitutivo (TRS), por lo que requieren diálisis o un trasplante, con 159 personas más, un 13 % por encima del año anterior, según el último Registro de la Sociedad Española de Nefrología (SEN). La prevalencia de la enfermedad ha crecido un 20% en los últimos diez años, pasando de 1.001 pacientes por millón en 2006, a 1.284 en 2017, informó la SEN en un comunicado.