n El excomisario Rafael Estarellas, antiguo número 2 de la Policía Local de Palma, negó ayer ante el juez que el grupo SIAP, que él dirigía, fuera una unidad dedicada al espionaje, pese a las sospechas que señalan que se dedicaba a realizar seguimientos ilegales a determinadas personas. Estarellas, que está imputado en la causa de la corrupción policial, detalló que se informó a la Policía Nacional del servicio que se realizó sobre el hijo de la antigua secretaria del exalcalde Mateo Isern, que fue sorprendido fumando porros con unos amigos frente al instituto al que acudía. Se dio cuenta de la actuación, según Estarellas, a dos de los jefes de la Jefatura de Policía. También detalló que no fue a iniciativa suya, sino del servicio de informática de la Policía Local de Palma, que se utilizara un sistema encriptado para no poder acceder a unos archivos, que supuestamente contienen pruebas de dichos seguimientos irregulares. Reconoció ante el juez Florit que, en efecto, nunca informó al juzgado sobre las grabaciones que se realizaron en las reuniones que se tuvieron con un conocido trilero, que señaló que un policía se quedaba con parte del dinero que ganaban. Señaló que informó de dicha grabación al exjefe, Nicolás Herrero.