Francina Armengol selló en Madrid un acuerdo verbal sobre un REB devaluado que no tiene fecha de aprobación. Y quién va a dudar de la palabra de Pedro Sánchez, un presidente que no ha sido capaz de aprobar sus propios Presupuestos y para el que cada día que pasa sin que le desalojen de la Moncloa es una conquista.
Balears seguirá pagando las facturas propias y las ajenas porque este REB solo sobrevivirá en la propaganda institucional. El sistema de financiación que iba a librar a ciudadanos y empresas de los abrumadores costes de la insularidad, además de acabar con un interminable listado de agravios históricos, es un contrato verbal que en el mejor de los casos sacará al archipiélago de la cola en el ránking de la financiación autonómica.
Este REB no compensará ningún atropello histórico, pero a Armengol le puede valer para salvar los muebles en la campaña electoral. Además, lo normal es que Biel Company mantenga un perfil bajo -todavía más- teniendo en cuenta que la aportación del PP al debate ha sido nula en Madrid, en Balears, en el poder y en la oposición.
Ocho diputados del PP y del PSOE representan a Balears en el Congreso. Quien todavía piense que el problema es el número y no las siglas es que no ha entendido nada. Su papel en las negociaciones ha sido inocuo, así que las próximas elecciones generales los residentes de Balears deberían poder votar a representantes canarios. De ellos fue el descuento del 75% en los desplazamientos a la Península, por mucho que Armengol se esfuerce en capitalizar aquel éxito.
Así que Balears seguirá siendo un parque temático con una financiación al nivel de sus infraestructuras. Es lo que quieren en la Moncloa y han permitido en el Consolat.
