Josefa, la mujer rescatada de un naufragio mortal en julio por el barco de la ONG Proactiva Open Arms, ha sido trasladada a un centro de acogida de la Península después de que esta semana recibiera el alta médica en Son Espases. De este modo la camerunesa, convertida en símbolo del drama de la inmigración en el Mediterráneo, abandona Mallorca tras casi cuatro meses recuperándose de las secuelas físicas y psicológicas de la tragedia.

La mujer, que ha entrado a formar parte del programa global de protección internacional de refugiados, permanecerá en un centro de acogida de Cataluña, según ha informado Efe. Fuentes de la Cruz Roja han declinado confirmar este extremo argumentando que Josefa tiene estatus de testigo protegido desde que desembarcó en el Moll Vell de Palma en medio de una gran expectación mediática.

Josefa sobrevivió casi 48 horas en el mar aferrada a los restos de la patera en la que viajaba con otros inmigrantes antes de ser arrollados por una patrullera con bandera de Libia. Junto a la camerunesa flotaban los cadáveres de un niño y de otra mujer, fallecidos en el mismo abordaje, por lo que el director de la ONG, Óscar Camps, denunció los hechos en el juzgado de guardia de Palma inmediatamente después de desembarcar en Palma.

En septiembre la superviviente declaró ante el juez que huía de su país a consecuencia de los malos tratos que recibía de su pareja y aseguró que el barco que les embistió era libio. Open Arms denunció a Libia por un presunto delito de homicidio imprudente. También considera que Italia es responsable del suceso, que tuvo lugar relativamente cerca de su costa, por omisión del deber de socorro.

Josefa permanecerá por tiempo indefinido en un centro de acogida adaptado a sus problemas de movilidad y dentro de la máxima discrección posible para no comprometer su doble condición de refugiada y testigo protegido.