Palabra de @maestradepueblo: "Propongo un nombre para la ley educativa que seguro sacará el gobierno nuevo: La LORE, Ley Orgánica Refinitiva".

Así afronta parte del sector docente el posible cambio de la legislación educativa: entre la irónica resignación; el hartazgo; la incertidumbre y, también, cierta decepción ya que lo se esperaba era la derogación inminente.

"El PSOE se posicionó a favor de derogar la LOMCE, ahora hablan de una modificación, se propone hacer un parche", se lamentaba ayer Cosme Orell, secretario general del STEI, sindicato mayoritario en la red pública.

Otros sindicatos como Alternativa y CCOO también recurrieron a la palabra "parche". Toni Baos, al frente de la Federación de Enseñanza de CCOO, coincidió con sus compañeros en lamentar que de momento toda la información les está llegando a través de los medios, incluyendo aspectos que como la evaluación voluntaria de los profesores o el cambio en el acceso a la función pública docente.

"No nos parece mal plantear un cambio, nosotros defendemos la doble vía de acceso", argumentó Orell, "pero solicitamos que, a través de la confederación de STEs, se nos convoque para tratarlo".

Desde CCOO lamentaron que la propuesta de reforma de la ley educativa y los cambios que afecten a la profesión docente "adolecerá de los mismos defectos que anteriores reformas, incluyendo la LOMCE, si una consulta y un trabajo organizado y compartido con las organizaciones sindicales".

"Reclamamos plenas competencias en educación para evitar el baile de leyes", zanja UOB, sindicato "harto" de que "comisiones de expertos que no han pisado un aula" decidan cómo deben ejercer los profesores. Aboga por ello por crear el colegio profesional de docentes de Balears.

Como señala Miquel Àngel Santos, de Alternativa, la sensación imperante es "la expectación" ya que ni se sabe qué se va a plantear oficialmente; ni si se va a aprobar y, en el caso de que salgan adelante, cuánto durarán los cambios.