Hoy se cumple un mes de la riada que sacudió por completo el Llevant de Mallorca, de la torrentada que dejó 13 víctimas mortales y cientos de afectados que vieron sus viviendas anegadas. Treinta días después, la herida no ha hecho más que empezar a cerrarse, pero el camino será largo. Los vecinos aún tienen gravada la pesadilla que vivieron la noche del pasado 9 de octubre y tratan de volver a la normalidad, a la espera de que les lleguen las ayudas económicas por los daños materiales. En la esfera política, la batalla y la búsqueda de responsabilidades por la torrentada no ha hecho más que empezar después de una insólita tregua de casi un mes mientras quedan aún muchos interrogantes por contestar.

Los municipios de Sant Llorenç, Son Servera, Artà y Son ServeraArtàCapdepera sufrieron el día 9 de octubre los efectos de la riada provocada por el colapso de sus torrentes ante la caída de hasta 250 litros por metro cuadrado en apenas una hora. Una torrentada que provocó una letal ola de cinco metros que recorrió la comarca hasta el mar hasta quince kilómetros por hora con un balance terrible: 13 fallecidos, diez mientras circulaban en coche y tres en sus propios domicilios; 320 coches siniestrados por las aguas y más de 300 casas afectadas por las inundaciones. En total, demasiadas vidas truncadas y daños materiales por 91 millones de euros según las primeras estimaciones del Govern.

Un mes después, la zona trata de volver a la normalidad. Las manos de miles de voluntarios y efectivos de emergencias miles de voluntarios y efectivos de emergencias permitieron en pocos días limpiar el pueblo de barro, retirar los coches arrastrados por el agua de las vías y calles, así como cuantificar los daños. Sin embargo, por ahora, solo han llegado las ayudas para los enseres más básicos y los afectados aguardan que les llegue el resto.

Declarada zona catastrófica

Con la declaración de zona catastrófica por parte del Estado, Gobierno central, aseguradoras y administración autonómica tratarán de compensar las pérdidas. La previsión es que las próximas semanas empiecen a llegar las ayudas habilitadas por el Govern y que haya que esperar más para las ayudas estatales. Por las ayudas de Servicios Sociales para ropa, mobiliario y electrodomésticos básicos, de momento han llegado 1,12 millones de euros que han beneficiado a 317 personas. Hoy mismo finaliza la solicitud de ayudas para las explotaciones agrarias afectadas, día 14 termina el plazo para empresas y comercios y las ayudas para daños en viviendas, vehículos o para familiares de las víctimas seguirán abiertas hasta el 31 de enero, si bien se resolverán las primeras solicitudes en las próximas semana.

Los colegios que vieron interrumpida su actividad retomaron las clases apenas una semana después con apoyo psicológico y orientación para niños y padres.

De las carreteras que quedaron intransitables todavía quedan dos cerradas por la afectación de puentes. Concretamente son la carretera MA-4023 en s'Illot por el puente que cruza el torrente de Ca n'Amer y la MA-12 en la entrada de Artà desde la Colònia de Sant Pere por el puente que cruza el torrente des Revolts. La previsión es que estas vías hayan vuelto a la normalidad a finales de este año.

En el apartado político la disputa por la riada no ha hecho más que empezar y va camino de recrudecerse. Con la Agencia de Estatal de Meteorología (Aemet) señalada como primera responsable por no haber activado la alerta roja hasta cuatro horas después de la tragedia habiendo resuelto que se cumplieron los protocolos, el PP pone el foco ahora en la consellera Catalina Cladera y en la gestión de Emergencias y del 112.

Con motivo de este primer mes, DIARIO de MALLORCA hace un recorrido por los escenarios de la tragedia y repasa las consecuencias de la catástrofe.