Carlos Delgado, conseller de Turismo y Deportes en el Govern de José Ramón Bauzá en 2013, usó, sin permiso, el teléfono móvil de la entonces su mujer Lourdes Reynés para hablar con Carlos Gelabert, abogado de la empresa que consiguió la adjudicación para la explotación del puerto y y la Escuela Nacional de Vela de Cala Nova (Palma).

El juez sustituto de instrucción 3, que investiga a Delgado y Gelabert por supuesta prevaricación y tráfico de influencias en la concesión de ese puerto ha tomado este miércoles declaración a varios testigos, entre ellos Lourdes Reynés, Y.M.A., exmujer de Gelabert, y la exmedallista olímpica Theresa María Zabell Lucas, esposa de otro de los querellados, el empresario Manuel Eugenio López Camacho y quien ha asegurado que la empresa que se adjudicó la concesión, Port Olimpic Calanova S.L. tenía un proyecto "especulativo" y por eso se apartó del mismo.

El juez Iñigo Arés, la fiscal anticorrupción Laura Pellón, la abogada del Govern María Ángeles Berrocal y Eduardo Valdivia, acusador particular en nombre del querellante, el empresario Alfonso Robredo, que explotaba en Calanova el restaurante, investigan si Delgado se conchabó con Gelabert, abogado y uno de los fundadores de Port Olimpic Calanova S.L., para dar a esta sociedad la explotación de las citadas instalaciones deportivas.

La instrucción se ha reactivado tras recibirse un voluminoso informe de la Policía Judicial de la Guardia Civil sobre el proceso de adjudicación del puerto y las relaciones del entonces conseller con Gelabert, que, según el querellante, era su amigo, y con el que después de su salida del Govern abrió un bufete en Palma. Delgado fue citado a declarar por este caso el año pasado, pero su comparecencia se aplazó. El exconseller asegura que el proceso de adjudicación fue limpio y sin irregularidades.

Lourdes Reynés, que recientemente se ha divorciado del también exalcalde de Calvià, fue interrogada este verano por la Guardia Civil y explicó que su marido le cogía el móvil a hurtadillas para hablar con Gelabert.

Este miércoles ambas exmujeres comparecieron como testigos ante el juez y explicaron cómo hablaban por teléfono en aquella época sus maridos.

Por su parte, Theressa Zabell ha señalado que fue invitada a participar en el proyecto de explotación de Cala Nova por los promotores de Port Olimpic Calanova. De hecho la medallista olímpica en regatas suscribió, junto a su marido Manuel Eugenio López y el 10 de mayo de 2013, un pequeño porcentaje de las acciones iniciales de la empresa.

Zabell, sin embargo y poco antes para que acabara el plazo de presentación de las ofertas al concurso público del Govern, decidió desvincularse de la operación y así se lo comunicó por escrito a los promotores.

La testigo ha manifestado que quiso apartarse de la operación al considerarla un negocio especulativo. Los promotores, de acuerdo con Zabell, hicieron caso omiso a su petición y presentaron el proyecto al concurso incluyéndola a ella como un valor añadido dada su excelente cualificación técnica en la vela. "Me sentí engañada", ha dicho Zabell.

Manuel Eugenio López, que figura entre los querellados, había sido citado hoy como testigo, pero finalmente no ha depuesto. El juez tendrá que decidir si lo vuelve a emplazar como investigado o testigo. Hoy también ha declarado una funcionaria de la intervención general del Govern, que ha señalado que Port Olimpic tenía que haber sido apartado del concurso por no respetar las bases del concurso.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • El Govern se persona como acusación en el caso Calanova

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO