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Entrevista

Miguel Cabrer: "Es una batalla perdida que los pacientes no busquen información en internet"

La UIB celebra esta semana AIRTech 2018, en el marco del e-Health Eurocampus

Cabrer, ayer en el edificio de Sa Riera donde se celebró AirTech 2018, un seminario sobre el uso de las TIC en el ámbito de la salud. b.r.

Top Doctors es un "escaparate" de especialistas médicos, que permite a los pacientes dejar su opinión sobre los facultativos.

P ¿Se puede decir que es como un TripAdvisor de los médicos?

R Sí. Nosotros validamos a los médicos según un proceso interno y luego están las opiniones de los pacientes, que van a misa. En eso la empresa es muy transparente, es algo rompedor en este sector.

P ¿Y cómo encajan los médicos estas críticas?

R Hace unos años costaba bastante asumir. Ahora de forma razonable lo aceptan porque ven que en otros sectores se hace. Cada médico es libre de estar o no.

P Solo afecta a la red privada, en la pública no se puede elegir al especialista. ¿Cree que es algo que debería cambiarse?

R Sí, está enfocado al sector privado. La pública es otro mundo. Hay comunidades que como Madrid implantaron la libre elección de especialista, pero a mí estos temas de gestión se me escapan. Cualquier gestor sanitario quiere que su paciente tenga el mejor servicio y aquí yo creo que tenemos una muy buena oferta.

P Cada año otorgan los Top Doctors Awards, ¿qué es un buen médico según sus criterios?

R Está todo muy organizado. Hay criterios de calidad, revisiones de sus investigaciones, publicaciones en revistas de médicos, su reputación y, sobre todo, las nominaciones de otros médicos. Eso tiene mucho peso. Si tú fueras médico y un familiar necesitara a otro especialista, ¿a quién recomendarías?

P ¿Y la parte humana, cómo se valora?

R Entendemos que entra en la valoración de la experiencia de los pacientes, a nosotros a la hora de valorar la reputación de un médico eso no nos influye. Mira el doctor House, que no ve pacientes sino enfermedades. Queremos un buen trato, pero sobre todo queremos que nos curen.

P Los médicos nos dicen que no busquemos información en internet sobre lo que nos pasa, pero todos lo hacemos, ¿cómo controlarlo?

R Es una batalla perdida, hay que asumirlo. De hecho los temas de salud son los que más búsquedas generan. Empezó con búsquedas básicas, pero cada vez hay más pacientes, un 20% ya, que buscan artículos científicos médicos.

P Top Doctors permite que los pacientes se hagan una pre-evaluación de sus síntomas.

R No hacemos diagnóstico. Solo buscamos correlacionar los síntomas con el médico que te pueda interesar y también a artículos que estamos escribiendo nosotros. No es invasivo. Hay equipos que proponen cosas mucho más agresivas, como el diagnóstico automático basado en imágenes.

P ¿Ése es el próximo paso de la telemedicina?

R Empresas como Google o Amazon ya lo dicen: un algoritmo puede diagnosticar mejor en temas de anatomía patológica que un radiólogo al ver más en profundidad, más en detalle, sin el cansancio del ojo humano... Como en otros sectores, la tecnología supone reorganizarse. Eso no quiere decir que los médicos sean prescindibles, pero sí que los algoritmos ayudarán mucho en el día a día.

P Insisto en la parte humana: ¿Es el reto de la telemedicina?

R Nadie prescinde de eso, es fundamental. Pero tenemos un exceso de demanda y un progresivo envejecimiento de la población y faltan recursos y profesionales. Que un ciudadano de Formentera tenga el mismo análisis de imagen que uno que vaya a Son Espases es un valor que nos ofrece la tecnología, pero eso no quita la necesidad de que haya médicos. La tecnología es 'amiga' del médico, no lo va a sustituir nunca.

P Impulsó MedPatient, una red social para fomentar la colaboración clínica entre médicos. La llamaron el YouTube de los médicos. ¿El proyecto continúa?

R Sobre esa experiencia construimos Idonia, que quiere que éste pueda aglutinar sus pruebas y ser custodio de sus resultados. Como ahora cuando te dan el CD de una resonancia, pero con todo y a través de internet, que pueda acceder desde cualquier sitio.

P ¿Cómo es posible que aún no podamos hacerlo?

R La principal barrera es un tema de seguridad y la privacidad de los datos. Y que todavía no hay una gran demanda social. En estos aspectos la sanidad está a años luz, si comparamos con la banca o los viajes . Al sistema público también le interesa pero se encuentra una serie de trabas, como el acceso a través del DNI electrónico, que no está muy implantado. Pero viene una generación que lo va a demandar y nos estamos quedando atrasados.

P Se encargó de impulsar Son Llàtzer como 'hospital digital'. ¿Qué supone para pacientes y trabajadores?

R Hicimos un proyecto tecnológico de referencia en ese momento. El pase de visitas se empezó a hacer con tabletas, se facilitó el acceso de los médicos a toda la información del paciente con el ordenador, incluyendo la información de Primaria... Eso fue un cambio de cultura porque el ordenador es una barrera, porque parece que el médico no mira a los ojos sino a la pantalla, pero es que allí lo tiene todo.

P ¿Cómo será el hospital del futuro?

R La idea es que sea menos necesario ir al hospital, que tengamos mayor accesibilidad y control en casa. Por ejemplo que el paciente crónico desde su casa pueda enviar información a un sistema central que le tenga monitorizado.

P El TripAdvisor de los médicos, el YouTube de los médicos... ¿qué viene ahora?

R Si asemejamos lo que sucede en la economía colaborativa podemos encontrar modelos disruptivos que se puedan aplicar a sanidad, por ejemplo, ¿un Uber? Las grandes tecnológicas están entrando en sanidad. Amazon ha comprado una farmacéutica y quiere entrar en la industria, lo que dolería a las farmacias como Uber duele a los taxistas. Apple ya ha registrado datos de salud con los Iphone, integrado con más de 50 hospitales en EE UU. Y Google también está empezando. Esto va a girar la tortilla, va a generar demanda por parte de los pacientes. Estarán más empoderados, habrá más oferta, los seguros tendrán que adaptarse... va a cambiar mucho el escenario.

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