El Consell de Mallorca ha acordado finalmente aplicar un severo recorte sobre lo inicialmente previsto en el tamaño máximo que van a poder tener los comercios en la isla, tal y como ya adelantó Diario de Mallorca el pasado mes de junioya adelantó Diario de Mallorca el pasado mes de junio, con unas exigencias adicionales que va a hacer prácticamente imposible que puedan volver a construirse grandes complejos como los ya existentes en los municipios de Palma y Marratxí. El nuevo diseño del Plan Director de Equipamientos Comerciales (PECMA) ha sido recibido con satisfacción tanto por la patronal del sector Afedeco como por socios del gobierno como Més, aunque todos dan como seguro que la asociación nacional de grandes empresas de distribución (ANGED) va a llevarlo a los Tribunales.

Las nuevas limitaciones que van a aparecer en el PECMA, una vez estudiadas las alegaciones recibidas, son mucho más duras que las que inicialmente se habían fijado en su redactado inicial. De este modo, si en un primer momento el centro de Palma y la zona de Marratxí donde ya existen grandes superficies no contemplaban ningún limité máximo en el tamaño de las nuevas instalaciones, ahora va a quedar situado en los 40.000 metros cuadrados.

A ello hay que sumar que se fijan tres ejes viarios de alta densidad, como son la Vía de Cintura, la autopista de Inca entre Palma y Santa Maria, y la de Llucmajor hasta llegar a la altura de s´Arenal. Cualquier gran superficie que pretenda abrir en sus inmediaciones y que conlleve un aumento en la densidad de tráfico ("es decir, todas", se reconoce desde los grupos políticos) deberá contar con una adaptación de esas vías y la empresa promotora financiar el coste de los enlaces. Eso supone, de hecho, un bloqueo de estos proyectos.

Otra medida adicional que hace inviable que se pueda alcanzar ese máximo de 40.000 metros cuadrados es que los comercios de más de 1.5000 metros cuadrados que se abran en en suelo de servicios de cualquier zona de la isla solo podrán alcanzar un 15% de la superficie de los terrenos.

Por otra parte, Inca y Manacor son municipios los que el recorte de las superficie permitida es más notable. En un primer momento el Consell había anunciado su intención de permitir un máximo de 30.000 metros cuadrados en Inca y 20.000 en Manacor. Finalmente, la superficie autorizada no va a poder superar los 13.000 metros cuadrados, un recorte que hace que ésta quede reducida a más de la mitad en la primera de estas poblaciones. En las principales zonas turísticas de la Bahía de Palma o en la de Alcúdia y su puerto, se pasa de los 5.000 metros cuadrados inicialmente previstos a los 4.000 que finalmente quedan como máximo.

En las poblaciones de tamaño medio, como Andratx, Pollença, Sóller, Campos, Felanitx o Muro, se rebaja ese límite de 2.500 a 1.500 metros cuadrados. En el resto de la isla se mantiene el máximo en los 700 metros, algo que ya había anunciado la consellera insular de Territorio, Mercedes Garrido.

Estas modificaciones han sido acogidas con satisfacción desde las patronales del comercio como Afedeco y desde los socios de gobierno del PSOE como Més. Estos últimos achacan las rebajas a su presión y a la de Podemos, si bien apuntan que se hubieran preferidos límites aún más bajos, se admite que éstos deben de poder ser defendidos ante los Tribunales y Bruselas, al dar como seguro que las grandes empresas agrupadas en ANGED van a recurrir el plan, que ahora pasará a la Comisión de Medio Ambiente para que su visto bueno antes de la aprobación definitiva.