Terraferida reclamó ayer al Consell de Mallorca que desclasifique dos mil hectáreas de suelo edificable, al tiempo que reprochó al presidente de la institución insular, Miquel Ensenyat, que "no haya protegido ni un metro cuadrado susceptible de ser urbanizado".

La entidad ecologista ha calculado, en base a un estudio del Govern, que Mallorca todavía dispone de suelo para edificar cerca de un millón de plazas residenciales y turísticas, "una cifra que aboca a la isla al colapso".

Terraferida cita datos de la conselleria de Territorio para advertir de que "queda suelo vacante y urbanizable para edificar 112.620 viviendas" mientras que, por otro lado, "quedan cerca de 102.000 parcelas edificables en suelo rústico". La suma de ambas realidades "permitiría construir 214.620 viviendas". Dando por buena la media que maneja el propio Govern de 2,5 habitantes por casa, el crecimiento ascendería a 536.550 nuevos habitantes.

La cifra ascendería a 751.170 residentes si el promedio de habitantes por edificio se situara en 3,5. Esa es, de hecho, la recomendación del propio Consell, que pide una revisión al alza porque "la ratio por edificio de alquiler turístico es de 6,1 plazas".

Terraferida pide tener en cuenta una tercera vía de crecimiento potencial: el suelo urbano ya edificado. "Plantas bajas que pueden añadir tres, cinco o diez alturas, plazas turísticas ilegales o viviendas de campo ilegales", detalla Terraferida. "Todo junto hace que podamos estimar el crecimiento potencial de Mallorca en cerca de un millón de plazas o habitantes", concluyen los ecologistas.

Después de analizar el estudio del Govern, Terraferida pone el acento en los municipios que disponen de más margen de crecimiento urbanístico. Palma, con 29.943 viviendas edificables; Calvià, con 2.999; y Marratxí, con 6.646 viviendas potenciales, ocupan el podio. "Los diez municipios con más suelo edificable suman 67.176 viviendas, que consumirían 1.413 hectáreas y albergarían una población de entre 169.000 y 235.081 nuevos residentes, según se calculen 2,5 o 3,5 habitantes por casa", detallan los ecologistas.

Terraferida expresó su preocupación por lo que pueda ocurrir antes del 29 de diciembre, plazo que tienen los ayuntamientos para decidir si desclasifican su suelo vacante sin servicios: "A partir de aquí parte de estos suelos pueden convertirse en urbanos, lo que generaría una nueva avalancha urbanística".

Asimismo, la organización puso como ejemplo a Valldemossa, único municipio que a día de hoy ha modificado su planteamiento urbanístico para desclasificar tres hectáreasdesclasificar tres hectáreas. "Con voluntad se puede eliminar crecimiento a coste cero", valoraron los ecologistas.

Quinientos nuevos chalets

Terraferida advirtió al Consell de que, si no toma ninguna decisión, "se pondrán en peligro los recursos naturales y la capacidad de las infraestructuras".

Asimismo, esta organización recordó que en 2017 la institución insular "otorgó más de 500 licencias para edificar grandes chalets" por lo que apeló "redirigir la construcción a los espacios que ya están urbanizados antes de dispersar más las viviendas y transformar el paisaje".