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Opinión

Las islas huérfanas

Las islas huérfanas

Balears son las islas huérfanas a las que el Estado Central, sea gobernado por el PP o el PSOE, deja desamparadas y a su suerte, como lo acreditan los sucesivos desplantes a la hora de aprobar un Régimen Especial Fiscal.

Si en Madrid gobiernan los azules y en Palmaalma los rojos, no hay dinero para las islas, pese a ser una excelente contribuyente a los ingresos del Estado. Si en los dos sitios mandan azules o rojos (como ahora, por chiripa, en la parte de Pedro Sánchez), tampoco hay fondos para que el archipiélago pueda solucionar algunos de sus graves problemas o para brindar a los baleares una mejor sanidad, justicia o educación.

No tenemos a Coalición Canaria. En Balears, ¡qué mala suerte!, no hay un partido de ámbito local, tipo Coalición Canaria o Unión del Pueblo Navarro, cuyos escaños en el Congreso sean vitales para aquilatar mayorías. Rajoy se apoyó en ambas fuerzas para sacar adelante sus últimos presupuestos y Navarra, y sobre todo Canarias, consiguieron excelentes réditos en inversiones. Sánchez anda ahora en idénticos chalaneos con el PNV, ERC y PDeCAT.

Promesas y llantos. Desde el Gobierno central y del Ejecutivo balear se siguen haciendo promesas sobre un imposible acuerdo sobre el REB, pero la realidad será la misma de siempre: llantos por lo que pudo haber sido y no fue.

Resignación o desafección

Ante el nuevo bofetón de Madrid solo quedan dos salidas: resignación y vuelta a intentarlo, o desafección ante un sistema de reparto que prima a los mismos y castiga a los de siempre.

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