La consellera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, se convirtió ayer en el centro de la diana de los bomberos y de funcionarios, que enlazaron manifestaciones frente a las puertas del Parlament donde se celebraba el pleno. La más llamativa fue la de unos 200 bomberos que exigieron la dimisión de Cladera; el director general de Emergencias, Pere Perelló; y de Manolo Nieto, jefe de los Bomberos de Palma. En su protesta, criticaron la gestión realizada con la tragedia de Sant Llorenç, denunciaron la infrautilización de recursos y la falta de coordinación entre cuerpos y exigieron la aprobación "urgente" de una 'ley del fuego' que garantice la eficiencia ante este tipo de emergencias.

Cladera no salió a atender a los bomberos ya que tras las preguntas del pleno se fue para coger un vuelo hacia Menorca, donde se estaban llevando a cabo los trabajos para reestablecer el servicio eléctrico. Posteriormente la Conselleria lanzó un comunicado en el que, tras mostrar su respeto "por el fondo de la protesta" y por el "trabajo abnegado que hacen todos los cuerpos de bomberos en Balears", afirmó que el Govern "tiene como objetivo que en las islas, por primera vez, se pueda aprobar y aplicar una Ley de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento" y que el trabajo para la elaboración de esta normativa "está muy avanzado e implica a varias administraciones".

La protesta, organizada por la Agrupación Profesional de Bomberos de Palma (APBP) con el apoyo de CCOO y CSIF, se celebró con bengalas y botes de humo. Los manifestantes leyeron un escrito con sus peticiones en Palma y también en Menorca y Eivissa, con la reivindicación de una 'Ley del Fuego' que permita dar "una respuesta rápida y eficiente" a los ciudadanos. "Es imprescindible para garantizar la seguridad de la población", afirmaron. Añadieron que ese marco legal permitiría "garantizar unos cuerpos de bomberos públicos y profesionales"; dotar de recursos humanos y materiales mínimos a estos cuerpos, teniendo en cuenta la creciente población de las islas y optimizar la coordinación entre los diferentes cuerpos "garantizando la movilización de todos los recursos disponibles".

Mientras los bomberos profesionales terminaban su protesta a las puertas del Parlament, llegaron a la calle Palau Reial los funcionarios convocados por el CSIF, que se concentraron primero frente a la conselleria de Hacienda y Administraciones públicas y, una vez que se marcharon los bomberos, ocuparon su lugar frente a las puertas del Parlament.

"Cladera devuélveme las horas", coreaban los asistentes que acudieron con silbatos y banderas del CSIF y aprovecharon los botes de humo que habían olvidado los bomberos para dar más colorido a su movilización.

Su principal reivindicación, bajo el lema "por la recuperación de los derechos recortados" que figuraba en sus pancartas, es la jornada laboral de 35 horas. Además, exigieron al Govern que inicie la negociación y que convoque la Mesa General de Función Pública, ya que desde febrero no se ha reunido.