La doctora del hospital de Inca que atendió a Alpha Pam y el enfermero que realizó el triaje del enfermo serán juzgados por un presunto delito de homicidio imprudente y podrían ser inhabilitados. La Audiencia de Palma ha aceptado el recurso de la familia del inmigrante, que se opuso a la decisión de la juez de Inca de archivar el caso, con el criterio a favor de la fiscalía, de la abogacía de la comunidad autónoma y de la compañía de seguros que cubre la responsabilidad civil en los asuntos de imprudencia sanitaria.

Por este motivo, el tribunal ordena que los dos profesionales sanitarios se sienten en el banquillo de los acusados y que sea en el juicio oral cuando se determine cuál fue su nivel de responsabilidad en la muerte del inmigrante senegalés, al que erróneamente se le diagnosticó una posible bronquitis aguda, cuando en realidad lo que estaba sufriendo era una tuberculosis.

A pesar de los reiterados archivos dictados desde el juzgado de Inca, no es la primera vez que la Audiencia de Palma discrepa con la decisión del instructor, porque el tribunal entiende que el caso merece, como mínimo, que los hechos se analicen en un juicio oral.

La Sala ha vuelto a reiterar su opinión sobre el caso y por ello ha aceptado el recurso que planteó la familia, oponiéndose a que el caso se cerrara. "De las diligencias practicadas no cabe descartar que la doctora y el enfermero de triaje hubieran incurrido en una imprudencia profesional", señala la resolución del tribunal, que reitera que "lo cual precisa un debate serio, extenso, detallado y profundo, con pleno respecto a los principios de publicidad, oralidad, audiencia y contradicción que es el propio del acto de plenario".

Es decir, las tres magistradas de la Sección Segunda de la Audiencia entienden que los dos profesionales sanitarios del hospital de Inca como mínimo, si así lo requiere alguna de las partes personadas, deberán sentarse en el banquillo de los acusados para que expliquen en el juicio como se desarrolló la atención del inmigrante y cuáles fueron las razones por las que se alcanzó el diagnóstico, que supuso dar el alta del enfermo, requiriéndose para que acudiera a su médico de cabecera, cuando al estar en situación irregular en España, no tenía derecho a dicha atención sanitaria.

Cabe recordar que cuando Alpha Pam llegó al hospital de Inca, en el mes de abril de 2013, venía derivado del centro médico de Can Picafort, donde se apreciaron indicios de que podría sufrir tuberculosis, aconsejando que se le realizara una radiografía de tórax. Sin embargo, la médico que le atendió no consideró necesario realizar dicha placa, diagnosticándole un posible caso de bronquitis aguda.

La doctora envió al enfermo a su casa, señalándole que si continuaban los síntomas acudiera a su médico de cabecera. Alpha Pam no llegó nunca a solicitar de nuevo la ayuda médica y días después fue encontrado muerto en la cama de su domicilio. En el hospital de Inca, al no disponer de cartilla sanitaria, le obligaron a firmar un documento de reconocimiento de deuda por la atención médica que le habían prestado.

El caso Alpha Pama provocó un gran escándalo político. Mientras que los familiares denunciaban que la muerte se produjo como consecuencia de un mal diagnóstico médico, varias asociaciones acudieron a los juzgados denunciando que el joven había sufrido un delito de omisión del deber de socorro y denegación de auxilio. Dichas asociaciones denunciaron al entonces conseller de Salud, Martí Sansaloni, y a la cúpula de su departamento por homicidio imprudente. Sin embargo, esta denuncia quedó archivada porque el juez consideró que el paciente, aunque carecía de tarjeta sanitaria, sí fue atendido en el hospital.