Mallorca sufrió ayer los efectos de una ola de frío, que provocó una bajada de temperaturas de unos ocho grados en 24 horas, según la información de la Aemet. Así, los termómetros de la estación instalada en el campus de la UIB de Palma registraban ayer a las cuatro de la tarde una temperatura de 16 grados, mientras que a la misma hora del día anterior se alcanzaban los 22 grados. Las previsiones apuntaban a que al final del día se alcanzarían en Palma mínimas de 12 grados. El frío vino acompañado de fuertes lluvias, por lo que ayer se activó la alerta naranja. Para hoy está previsto que las temperaturas sigan en acentuado descenso, con mínimas de 10 grados y la posible aparición de nieve en las cotas más altas de las montañas