Carlos García Roldán, el presunto cerebro de la mayor estafa inmobiliaria de Balears en los últimos años, colocó como hombre de paja al frente de sus empresas, entre ellas Lujo Casa Baleares, a un carpintero parado por si había problemas. Roldán, que se supone que está huido en Colombia, también quiso captar más víctimas de sus engañosas promociones inmobiliarias abriendo una página web de Lujo Casa en Andorra.

El empresario, nacido en Calella (Barcelona) en 1972, se instaló hace pocos años en Mallorca, donde inició más de 20 promociones inmobiliarias, que nunca llegaron a edificarse (ni tan siquiera se iniciaron las obras) y por las que captó más de siete millones de euros de unos doscientos clientes.

En previsión de posibles procesos legales y de reclamaciones de clientes colocó como administrador único de tres de sus sociedades (Promociones Lujo Casa Baleares, Esparver Lujo y Cortecera 17) a un carpintero que estaba en el paro y tenía problemas con su afiliación a la Seguridad Social, Juan Antonio Boza.

Boza, que fue detenido por la Guardia Civil el pasado agosto y quedó en libertad, ha admitido que no se ocupaba en absoluto de la trama empresarial de Roldán. Según el investigado, le ofrecieron esos cargos de falso gestor porque era un carpintero en paro y necesitaba dinero y cotizar a la Seguridad Social.

Firmar en nombre del otro

Boza era el hombre llamado a asumir las responsabilidades si algo salía mal en la supuesta espiral delictiva, pero Carlos García Roldán ejercía de dueño y señor de todo el entramado.

Los investigadores de la Guardia Civil han detectado que el presunto cerebro firmó en nombre de su testaferro en numerosos contratos y otros documentos con sus clientes. Firmas que extendió sin tener poderes de la persona que figuraba como gestor de las sociedades. Por estos hechos se le imputa al fugitivo un supuesto delito de usurpación del estado civil.

La Policía Judicial de la Guardia Civil presume que la supuesta banda de estafadores (organización criminal) empezó a actuar en 2015, aunque los años dorados fueron 2016 y 2017. En 2018 se siguieron captando clientes y fondos de los mismos, pero el castillo de naipes creado al vender promociones sin tener los terrenos y el dinero para construirlas, se empezó a derrumbar a principios de año.

Supuesto cómplice

Los investigadores postulan que García Roldán no actuó solo y que tuvo como principal cómplice al italiano Michele Pilato, encarcelado por este caso, dueño de la empresa Mallorca Investment, la inmobiliaria que vendía las falsas casas de Roldán y los antiguos hogares de las víctimas, y administrador único de Lujo Casa desde marzo del 2017.

Pilate niega su condición de socio del fugado o de cómplice de las estafas y asegura que su inmobiliaria y la promotora solo compartían locales. Muchos de los perjudicados, sin embargo, destacan la simbiosis entre ambas empresas.

Una prueba de que las relaciones entre García Roldán y Pilate, que pasó en cuestión de meses de autónomo a empresario inmobiliario con un elevadísimo tren de vida, eran algo más que de "vecindad", son las transacciones de dinero entre ambos. Pilate transfirió a Roldán más de medio millón de euros y este le traspasó a su vez más de 200.000 euros.