La economía balear se encuentra en una clara fase de recuperación pero llena de "claroscuros", como lo demuestra el estar mostrando un crecimiento de su producto interior bruto superior a la media estatal y una intensa mejoría de la rentabilidad hotelera, pero al mismo tiempo ser la comunidad en la que menos crece la renta per capita, según ha destacado el presidente del Consell Econòmic i Social (CES) de las islas, Carles Manera, durante la presentación de la memoria que este organismo elabora.

En concreto, el crecimiento medio de la riqueza por persona fue en las islas durante el pasado año de solo un 1,2%, el más débil de todo el país, frente al 2,8% de la media española, y muy lejos de los puestos de cabeza ocupados por Asturias (4,2%) y por Aragón (3,7%).

La explicación de que la economía balear haya crecido en tasas próximas al 4%, y en cambio la que llega a cada isleño solo lo haya hecho un 1,2% se debe a un modelo que hace un uso intensivo de la mano de obra y que atrae a un importante número de migrantes. Eso conlleva un fuerte aumento de la población, o lo que es lo mismo, aunque el pastel sea más grande, también son muchas más las personas a comer de él.

Entre los elementos destacados en la memoria del CES cabe citar el que Baleares es la comunidad que ha logrado una mayor desestacionalización del turismo y, como se ha indicado, ha registrado un intenso crecimiento de la rentabilidad hotelera, de la mano de unos proyectos de modernización de sus instalaciones que ha permitido aplicar una fuerte subida de sus precios.

Pero ese crecimiento económico se está viendo acompañado también de un apreciable aumento de las emisiones contaminantes, de ahí que Manera haya planteado la necesidad de modificar las pautas tecnológicas.

Otro dato especialmente destacado es la pérdida que las islas han registrado en su número de empresas con actividades innovadoras, dado que han pasado de las 523 de 2010 a las 181 registradas en 2016.

En cuanto al mercado laboral, se pone de relieve tanto el fuerte crecimiento en el número de personas con empleo como la reducción del paro que se ha registrado en las islas, aunque en algunos sectores todo haya venido acompañado de un aumento de la precariedad. En cualquier caso, desde el CES se destaca que la calidad del empleo en Baleares es superior a la de la media del país.

La memoria contempla una reducción de la tasa de desigualdad existente en las islas, aunque se reconoce que este punto es mejorable. También se destaca la mejoría en la financiación de la sanidad balear y el crecimiento de los niveles de satisfacción de sus usuarios.

Carles Manera ha indicado que, como profesor de Economía y al margen de su condición de presidente del CES, percibe una mejoría en el bienestar de la sociedad, pero ha apuntado que un elemento clave que condiciona la recuperación económica es el de los bajos salarios que se perciben en las islas, al igual que en el conjunto del país, lo que condiciona el consumo.

Además, ha advertido de riesgos externos que pueden frenar el impulso económico, como la inestabilidad que genera la economía italiana o las políticas proteccionistas, la previsible subida de tipos de interés en Europa, o el encarecimiento del petróleo. Sin embargo, ha señalado que en el caso de una futura crisis, todo apunta a que el aterrizaje sería mucho más suave que el que se dio en 2008 y 2009.