Antonio Emilio Jarabo (Soria, 1958) fue nombrado jefe superior de Policía de Balears en enero de 2012, apenas un mes después de la llegada de Mariano Rajoy al poder. Una de sus primeras decisiones fue reestructurar la cúpula policial en las islas para dar cabida a su antecesor, Bartolomé Campaner, al que puso al frente de Extranjeria. Durante estos siete años ha tenido que hacer frente a problemas endémicos, como la falta de espacio en la Jefatura, que solucionó abriendo nuevas sedes policiales en el puerto y el polígono de Son Castelló, o retirar los elemenos de amianto tras las críticas por el alto número de casos de cáncer en la plantilla. Fue también el responsable de que se celebrasen sin incidentes grandes juicios como el de Nóos o Kabul. Algunos de sus colaboradores le definen como "un gran profesional, muy resolutivo". Incluso entre los sindicatos más críticos le describían como "un hombre que va de frente", aunque se quejaban de que era "autoritario en exceso y poco dado a admitir sus errores". También le recriminaron que potenciara los servicios de seguridad ciudadana en detrimento de los grupos de investigación. Sin embargo, todos admitieron que había tenido que bregar con una falta de recursos materiales y humanos en la plantilla, que se ha acentuado en gran medida en los últimos años.