Un agente, implicado en la causa sobre el presunto caso de espionaje, justificó ante el juez que la unidad de Asuntos Internos de la Policía Local investigara a un sacerdote militar.sacerdote militar El funcionario fue interrogado por el juez Florit, a petición del fiscal Subirán, que había pedido que se abriera una nueva pieza, que se basa en la información informática que el Grupo de Blanqueo ha recuperado del ordenador de la unidad SIAP de la Policía Local de Palma. En dichos archivos aparecen documentos que hacen referencia a dicho religioso, por lo que se sospecha que también fue víctima de una campaña de espionaje.

El funcionario de Cort, que formaba parte de esta unidad especial, explicó al juez que se buscaron datos en internet sobre el sacerdote porque se había recibido una denuncia de los padres de un menordatos en internet sobre el sacerdote porque se había recibido una denuncia de los padres de un menor, señalando que su hijo discapacitado venía sufriendo abusos sexuales. Dijo que todos los datos que se averiguaron se facilitaron después al SAF, el Servicio de Atención a la Familia de la Policía Nacional, que es la unidad especializada en investigar casos de agresiones sexuales a menores. Según los archivos que se han recuperado, la única indagación que realizó esta unidad de la Policía Local fue buscar datos en internet sobre este sacerdote castrense, desconociéndose si se realizó algún tipo de investigación complementaria, como por ejemplo recibir una denuncia formal de los padres de este supuesto menor. Cabe recordar que la Policía Local no tiene ninguna competencia para realizar investigaciones sobre agresiones sexuales, por lo que los investigadores dudan que, en realidad, el seguimiento al sacerdote militar estuviera relacionado con unas sospechas sobre abusos sexuales. El sacerdote tendrá que declarar esta semana como testigo para que aclare si en algún momento la Policía Local le citó a declarar o si sabía que le estuvieron espiando.

Este agente fue el que grabó al hijo de la exsecretaria del alcalde Mateu Isern, cuando el menor se reunía con sus amigos para fumar en un parque de Palma. La Policía Local le estuvo grabando varios días y cuando se le identificó tenía en su mochila una pequeña muestra de droga. Sin embargo, la sustancia ha desaparecido y el acta oficial que se redactó sobre la incautación nunca se tramitó.

El policía investigado señaló que su grupo se limitó a grabar. Dijo que eran agentes de otra unidad los que intervinieron la droga y, por tanto, los que debieron trámite al resultado de esta operación. El agente, que dijo que se limitó a cumplir órdenes de sus superiores, confesó que nunca se habían desplegado tantos medios de grabación para realizar un seguimiento a un grupo de adolescentes.