Ramón Fernández Córcoles, el alpinista mallorquín que protagoniza una protesta en la puerta de los juzgados de Vía Alemania de Palma por un retraso judicial en una denuncia contra un médico psiquiatra, también está haciendo una huelga de hambre y de sed.

Fernández Córcoles se instaló el lunes a primera hora de la mañana sobre una tela naranja en la puerta de los juzgados, donde hace dos años denunció al psiquiatra de su hermano Antonio por una supuesta mala praxis. La causa, según el huelguista, está paralizada por un informe del forense.

"Llevo día y medio sin comer ni beber agua y mi cuerpo se empieza a resentir. He tenido que sentarme por la debilidad, pero no voy a cejar", ha explicado Ramón Fernández. "Desde los juzgados no se han interesado por mi protesta, ni mi estado, ni las causas de mi presencia; también hoy han venido concejales de Palma por el juicio de Nina Padrón y no se han dignado en hablar conmigo", ha explicado.

El exalpinista, por el contrario, ha suscitado la solidaridad de la ciudadanía: "Me ofrecen agua, cafés y ropa, pero los rechazo".

El denunciante asegura que su hermano Antonio ha estado varias semanas en la UCI de Son Espases a consecuencia de otro tratamiento farmacóligo y que ahora lleva varios días en planta. "Yo solo quieron lo mejor para mi hermano y quiero que le cambien de médico. También soy cuidador y me he ofrecido para cuidarlo en mi casa, pero no me hacen ni caso", ha explicado Ramón Fernández.

El alpinista ha amenazado con desnudarse ante los juzgados y ha anunciado que piensa quedarse en la puerta de manera indefinida. Se ha instalado encima de una ligera tela roja y porta una trompeta y unos pequeños tambores tibetanos, una región con la que guarda una especial relación debido a sus expediciones.

Fernández Córcoles , además de sus gestas deportivas, es conocido por otras llamativas protestas al encaramarse en grúas para denunciar, entre otros asuntos, una supuesta persecución por parte de un mando de la Policia Local de Palma, que ahora está investigado por corrupción en el caso Cursach.