Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Se veía venir?"

La torrentada forma parte del ADN llorencí, la respetamos y la tememos. A raíz de las inundaciones de 1989 se multiplicó por cinco el lecho del torrente, una obra quizás sobredimensionada.

¿Las emociones han derrotado al científico?

Indudablemente. Cuando pierdes la vida de personas próximas o todas tus posesiones materiales, queda superada una faceta científica que esperemos que se recupere para aprovechar lo ocurrido y minimizar los riesgos. Aunque el talante mallorquín tiende a olvidarse de las desgracias.

Se ha pasado días limpiando.

Durante todo el fin de semana, en casa de mi hermano, limpiando el barro y sacando los electrodomésticos y los muebles que de todas formas se inflarán, aunque es difícil sin saber qué te pagará el seguro. Ha sido una tragedia dentro de la normalidad de las inundaciones periódicas.

¿Y si le dicen que hay que derribar su casa?

Lo encontraría una injusticia, porque disponemos de tecnologías para convivir con el peligro y minimizarlo. El riesgo nunca puede ser cero, pero se puede reducir significativamente.

Sant Llorenç no solo tiene dos torrentes.

Tiene también un xaragall o reguero, tan mortífero en lo que ha sucedido como los otros dos torrentes. A una de las víctimas por lo menos se la llevó por delante.

Los abuelos de Sant Llorenç controlaban los torrentes.

Mis abuelos iban a vigilar que no se desbordara el torrente. No había televisión, pasaban la velada allí cuando había una precipitación importante, para avisar al pueblo. Podría ocurrir que no lloviera ni una gota en Sant Llorenç y que se produjera la torrentada. Dos días después de las inundaciones de la semana pasada, el torrente no llevaba ni gota de agua.

¿Usted puede olfatear la tormenta?

La experiencia es un grado, pero un abuelo no dispone de mayor información que los modelos matemáticos que hoy se manejan. Tengo más fe en la ciencia.

¿Hay responsables de lo ocurrido?

No se puede buscar responsables, no los veo. El único culpable es la hidrogeografía de Sant Llorenç, su historia. La esperanza es que se aplique antes la tecnología para dar la alarma.

Es republicano, ¿fue a los funerales con los Reyes?

No fui, y me sorprende que los funerales tuvieran lugar en Manacor, que no es una zona perjudicada. Soy un republicano convencido, pero en estos momentos cualquier ayuda es bienvenida si no se trata solo de ganas de figurar. El tiempo juzgará si es postureo o si sirve para activar los mecanismos de ayuda.

Suerte que todos los mallorquines tienen más de una casa.

Pero la segunda está alquilada ahora en Airbnb. Los habitantes de Sant Llorenç se construían una casa con piscina fuera del pueblo, y alquilaban la primera vivienda a temporeros, pero ahora la habían recuperado para sacar el chalet al mercado.

La única certeza es que de aquí a diez años habrá más construcción en Sant Llorenç.

No lo creo, porque en el núcleo urbano no se ha registrado un cambio importante, y la población se mantiene allí en torno a las tres mil personas.

¿La Menorca que usted supervisaba se liberó de la destrucción turística de Mallorca?

Ha sido circunstancial. El turismo llegó allí décadas después que en Ibiza y Mallorca, por lo que tomaron conciencia de los destrozos en las islas vecinas. Hoy no se edificaría en una Cala Millor virgen, la sensibilización es idéntica. Si Menorca se hubiera subido al tren en el mismo momento, hubieran devastado el territorio igual que aquí.

Pero ellos son reserva de la biosfera y nosotros, no.

Porque el Consell actual ha aplicado políticas reales de sostenibilidad. De lo contrario, los sacaban de la Unesco. Ya tenían una tarjeta amarilla y yo les saqué otra, no se llegó a la roja porque contemplaron la reserva de la biosfera como un asunto transversal.

La Naturaleza es nuestro peor enemigo.

No. El ser humano se cree superior a la Naturaleza, cuando formamos parte de ella. Está por encima de nosotros, no conseguiremos domesticarla.

Usted no quería dar esta entrevista.

Tal vez me he sabido escapar de las preguntas más concretas sobre las responsabilidades del ayuntamiento o del Govern. No es el momento. En Sant Llorenç se vive un drama equivalente a la muerte de un familiar. Tras la energía inicial, vendrá el derrumbe psicológico.