Trece ramos de flores y trece cirios encendidos en memoria de cada una de las personas fallecidas por la trágica riada del martes, 9 de octubre. Estos ramos, de diferentes floristerías de los municipios de la comarca del Llevant, fueron los protagonistas del funeral celebrado en la tarde de ayer, miércoles, en la parroquia dels Dolors de Manacor. Asistieron los Reyes y múltiples autoridades locales, insulares, autonómicas y estatales. El silencio y la emoción marcaron una misa bilingüe (castellano y catalán) que resaltó "el milagro de la solidaridad".

Varias calles del centro de la capital del Llevant fueron cerradas al tráfico y el despliegue de agentes de seguridad fue notable.

Tanto a su llegada como a su salida, los Reyes recibieron aplausos y se eschucharon gritos de "¡viva el Rey!". Don Felipe y Doña Letizia, que ya visitaron Sant Llorenç la pasada semana, dieron el pésame a las familias afectadas.

La ceremonia religiosa,que duró una hora y fue retransmitida por IB3, fue presidida por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, acompañado por casi 30 sacerdotes. Al inicio del oficio, el obispo nombró a las trece personas fallecidas y se encendió un cirio en memoria de cada una de ellas.

Junto a los Reyes acudieron la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo; la presidenta del Govern balear, Francina Armengol; el presidente del Parlament, Baltasar Picornell; los alcaldes de los municipios afectados; el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat; la portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, entre otras decenas de cargos públicos, como el alcalde de Palma y los expresidentes del Govern balear, José Ramón Bauzá y Francesc Antich. A su vez, también se encontraban entre el millar de personas que abarrotaban la iglesia amigos y conocidos de los fallecidos; residentes que antes de las 17.30 ya ocuparon los bancos (se limitó el aforo); guardias civiles; profesionales de la Unidad Militar de Emergencias; bomberos; voluntarios de Protección Civil y miembros de otros cuerpos de seguridad y emergencias. Tampoco faltaron representantes consulares del Reino Unido, Alemania y Holanda. Mucha gente curiosa captó con sus móviles tan histórica y sentida cita. El color negro de riguroso luto y las constantes muestras de apoyo y cariño a los familiares e incluso a las autoridades, en especial al alcalde llorencí, Mateu Puigròs, fueron de lo más llamativo.

"¿Por qué?"

En su homilía (en castellano), el obispo Taltavull destacó la "conmoción" de toda la sociedad por las pérdidas humanas y las desastrosas consecuencias materiales por la riada, el mayor desastre natural de la historia reciente de la isla. Además de hacer referencia a la pregunta de "¿por qué?", reconoció que "no estamos acostumbrados a ver llorar todo un pueblo". Subrayó "el milagro de la solidaridad" y en alusión a una de las fallecidas, la farmacéutica Joana Lliteras, consideró que "esta madre representa el amor de todos". También se refirió en voz alta y clara al "sufrimiento colectivo", al "pequeño Arthur", "los héroes anónimos" y los "caminos de recuperación y esperanza".

Los Reyes llegan a Manacor para presidir el funeral por las víctimas de la riada

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