Mallorca cerró ayer una de las páginas más negras de su historia reciente. La búsqueda del pequeño Arthur Robinson, el último desaparecido durante las inundaciones del Llevant el pasado 9 de octubre, concluyó al hallarse el cuerpo sin vida del pequeño junto al torrente de ses Planes, a escasos metros de la rotonda de salida de Sant Llorenç hacia Son Carrió, donde su madre, Joana Lliteras, logró sacar a su otra hija del vehículo al verse sorprendida por la torrentada.

El cadáver del pequeño fue localizado cerca de las 12.30 horas por un particular que trabajaba en la zona en tareas de limpieza. De inmediato llamó a los servicios de Emergencias de Guardia Civil y Unidad Militar de Emergencias (UME) que seguían buscando ayer al menor, de seis años, en el torrente después de una semana desaparecido. Los efectivos de Emergencias fueron los encargados de confirmar que se trataba de Arthur.

El cuerpo del pequeño fue encontrado a unos 50 metros del lugar en el que su hermana Úrsula fue rescatada por el ciclista alemán Daniel Thielk. El lugar en el que apareció, a unos 300 metros del cauce del torrente, iba a ser revisado por la Guardia Civil ya que la consideraba una zona caliente, en donde podía hallarse el cadáver, pero aún no había llegado. El dueño de la finca en la que se encontró el cuerpo había salido a limpiar el terreno y enseguida vio el cadáver del pequeño, que estaba oculto por lodo y ramas pero no enterrado.

"Era una zona crítica", describió Paco Molina, portavoz de la Guardia Civil de Balears, en alusión a los puntos de rastreo preferente desde el sábado, en virtud de los análisis de movimientos de víctimas y residuos realizados por técnicos del instituto armado y precisados por geólogos. Según informó la agencia EFE, Molina detalló a las 12.20 horas que había sido localizado el cadáver del pequeño, cuya madre murió en la riada y cuya hermana Úrsula sobrevivió pese a ser arrastrada casi un kilómetro.

"En las proximidades estaban todos los dispositivos de búsqueda", incidió el portavoz de la Guardia Civil, quien añadió que, aunque quedaba pendiente la confirmación por ADN preceptiva, el cuerpo de la víctima 13 de la torrentada de Mallorca había sido "reconocido por su padre".

La búsqueda

El hallazgo del niño ponía punto y final a una agónica búsqueda que ha mantenido sobrecogida a la familia y en vilo a toda Mallorca, con un desenlace tan trágico como previsible. Durante ocho días encontrar a Arthur había sido la prioridad de los equipos de rescate, donde se volcaron cerca de 300 efectivos de Guardia Civil y UME. Los efectivos de Emergencias seguían centrados ayer en la búsqueda del pequeño en el torrente de ses Planes. Arthur se convierte en la decimotercera víctima de la catástrofe que sacudió la zona de Sant Llorenç, Son Carrió y Artà.

Joana Lliteras y sus dos hijos circulaban en coche en la rotonda de salida de Sant Llorenç hacia Son Carrió cuando la mujer, alarmada por la riada, llamó por teléfono a su marido. Le contó lo que estaba ocurriendo, pero la comunicación se cortó. A Joana le dio tiempo a sacar del coche a su hija menor, Úrsula, de cinco años de edad, que fue rescatada por el ciclista alemán Daniel Thielk, quien la mantuvo a salvo en una cabaña durante aproximadamente tres horas, pero no al pequeño. Úrsula fue llevada al centro de coordinación de Emergencias alrededor de las once de la noche, acompañada de una voluntaria y del ciclista alemán.

Al día siguiente se halló el cuerpo de la madre en el coche. Ahí empezó la intensa búsqueda del menor, del que no se había hallado en una semana mayor rastro que su mochila en Cala Morlanda, en la desembocadura del torrente. Ayer mismo, la Guardia Civil seguía excavando por toda la zona hasta los dos metros de profundidad, encontrando objetos que habían quedado enterrados, pero no el cuerpo de Arthur hasta que lo localizó el dueño de la finca.

Víctimas

Con el hallazgo del pequeño son 13 las víctimas mortales de la riada por las que se ofició ayer el funeral. La mortal torrentada se cobró la vida de Bernat Estelrich Santandreu, de 83 años; Joana Ballester Femenías, de 89; Rafael Gili Santre, de 71, exalcalde de Artà; Biel Mesquida, de 56 años; Juan Grande Sillero; Anthony y Delia Mary Green, turistas escoceses de 77 y 75 años; Mike y Petra Kircher, matrimonio alemán de 61 y 63 años; Tine Noig, holandesa de 80 años; y Andreas Korlin, de 57 años, periodista alemán del rotativo Neue Presse; Joana Lliteras Planas, farmaceútica de Manacor de 40 años, y su hijo de seis años, el pequeño Arthur Robinson.