Tiene 28 años, es fontanero, mileurista y le mueve la solidaridad. Su gesto hacia el Rey ofreciéndole el viernes pasado su escoba de voluntario en las labores de limpieza de Sant Llorenç ha dado la vuelta casi al mundo. El vídeo que grabó su amigo Tomeu acumula miles de visualizaciones. "Pasó lo que pasó y lo volvería a hacer. Fue un acto de protesta", dice Óscar Tarela, hecho desde el respeto y la improvisación."No quise hacerme propaganda", asegura el joven mientras se prepara para asistir al funeral en Manacor por las víctimas de las inundaciones. Dice Óscar que si llega saber que tendría tanta repercusión, se hubiera llevado la escoba ya famosa para hacer una subasta, "y recaudar fondos para Sant Llorenç.

Precisamente este miércoles Felipe VI también ha asistido al funeral. ¿Saludará al Rey? Ríe. "Si paso por allí, le saludaré", asegura quien no se reconocer monárquico.

Óscar recuerda cómo se fraguó su particular protesta. "Vimos todo el despliegue y los medios de comunicación, nos íbamos a ir, pero nos mandaron parar y hacer un pasillo". Y allí estaba él. "Le dije a Tomeu: ´Le voy a dar la escoba al Rey´. No se lo creía y por eso se puso a grabar".

Así que el joven residente en Cala d´Or -es natural del municipio coruñés de Padrón pero llegó a la isla con 6 años-, tendió la escoba al Rey. "´Se la puede llevar, le dije. Me contestó: ´Ahora no´". "Pues nos podría ayudar", replicó Óscar. El monarca asintió con la cabeza y le dio una palmada en el hombro. Y las imágenes comenzaron a correr por las redes.

Con su gesto, Óscar no pretendía que Felipe VI "se pusiera a barrer, sino que quise decir que si nos vas a ayudar, hazlo de verdad. Y él me entendió perfectamente, si no no me hubiera dado la mano". En ningún momento, aclara, pretendió faltarle al respeto. "A los políticos les habría dado otra escoba. Quiero que miren por nosotros, ya estamos cansados".

Mientras tanto, el joven ha recibido, dice, mucho apoyo a través de las sociales, y su vídeo ha tenido gran difusión en medios internacionales. "Algunos me han insultado porque no les parece bien lo que hice, pero yo pido respeto para mí". Además, aclara "no es un desprestigio que una persona barra", dice el hijo de una camarera de pisos durante muchos años.

Óscar llegó el viernes a Sant Llorenç con ayudar con una pala. "Se me rompió y cogí una escoba pequeña, que luego me cambió mi alcalde (Llorenç Galmés) por otra más grande". El joven, padre de dos niñas -"como el Rey"-, explica que ese era el momento para hacer lo que hizo. ¿Cuándo lo iba a hacer, cuándo vaya a la Casa del Rey? En el funeral no se me va a ocurrir hacer algo así".

El ya famoso voluntario de la escoba casi real ahora planea seguir ayudando en Sant Llorenç : "Quiero echar una mano en fontanería".