La magistrada del juzgado de lo Penal número 6 de Palma ha dictado una sentencia absolutoria a favor del conocido empresario del negocio de restauración, Vicente Guerra, propietario de la arrocería Nimo's, a quien Hacienda denunció por tres delitos tributarios, por los que pedía, además de una sanción económica, que cumpliera una condena de seis años de prisión.

La jueza da la razón al abogado defensor Jaime Campaner, que ha desmontado la acusación de la fiscalía y de la abogacía del Estado, que sostenían que el empresario había cometido un delito fiscal que superaba el medio millón de euros. Al ser la sentencia absolutoria, a Guerra también se le exculpa de dicha sanción económica. Este empresario fue acusado de no haber declarado los ingresos reales que generaba el restaurante, de tal forma que se había generado un impago importante de impuestos. La inspección visitó dos veces el restaurante. Al acceder a la información de la caja registradora los inspectores comprobaron que los datos no coincidían con las cifras que se habían declarado a Hacienda sobre los ingresos que generaba el negocio. Ante la falta de colaboración del restaurador, Hacienda realizó una estimación de las cuantías sobre ventas no declaradas correspondientes a los ejercicios de 2012 a 2014. Es decir, basándose en los tiquets hallados, la inspección realizó un cálculo de lo que podía haber ingresado este conocido restaurante de Palma y a partir de esta cifra calculó los impuestos que se dejaron de pagar. Así, la Agencia Tributaria acusaba a Guerra de haber ocultado casi dos millones de euros en ingresos, y al no poder contrarrestarlos con gastos que tenía que afontar el negocio para desarrollar su actividad, la cuota defraudada superaba el umbral del delito.

Pagaba empleados

Sin embargo, la jueza no está conforme con las conclusiones que ha realizado Hacienda, ya que no se ha tenido en cuenta los gastos que tuvo que abonar el empresario para pagar a sus empleados. Estos trabajadores recibían una parte del sueldo a través de la nómina y las horas extra a través de dinero negro, que no se declaraba. A pesar de que Guerra fue sancionado por la Seguridad Social por pagar una parte del sueldo de sus trabajadores en metálico, la jueza consideró que ello demuestra que estos pagos se realizaron y, por tanto, hay que descontarlos de los beneficios que le atribuye Hacienda. La sentencia recuerda que la Agencia Tributaria puede reclamar los impuestos impagados por el empresario, pero a través de la vía administrativa.