El lunes se inician las obras de construcción del desdoblamiento de la polémica carretera entre Llucmajor y Campos. Día 4 se firmó el acta de replanteo que daba el visto bueno a la concesionaria para iniciar los trabajos. Las labores se iniciarán con las catas para evaluar el terreno y la señalización de unas obras que cuentan con un presupuesto de 27 millones de euros.

En este inicio de obras se producirá una situación muy poco habitual, casi insólita. En un proyecto de esta envergadura no está prevista la foto oficial de los políticos colocando la primera piedra de la obra. Tras la polémica generada por el enfrentamiento entre el Consell y los grupos ecologistas, ni la consellera de Territorio, Mercedes Garrido, ni el presidente de la institución insular, Miquel Ensenyat, quieren alimentar la polémica y no acudirán a dar el pistoletazo de salida de las obras. Saben que van a encontrarse con las pancartas de los activistas antiautopista afines a sus partidos.

Hay que recordar que Ensenyat mantuvo un fuerte enfrentamiento con el GOB donde los acusó de "irse de vacaciones cuando gobernaba el PP" en claras alusiones a las duras críticas vertidas por los ecologistas contra los partidos de la izquierda que gobiernan en el Consell por promover, a su entender, "autopistas". Més, partido de Ensenyat, tuvo que salir al paso para mediar en el conflicto, ya que muchos de sus votantes pertenecen al grupo ecologista.