La jueza de guardia de Palma, María Fernández, decretó ayer el ingreso en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Madrid de los 18 argelinos detenidos el pasado sábado tras ser interceptados en aguas de Cala Pi a bordo de una patera. Algunos de los detenidos manifestaron que en su país son víctimas de persecución política y no gozan de libertad y solicitaron asilo político en España.

Los arrestados fueron conducidos al juzgado de guardia por la Policía Nacional y se acogieron a su derecho a no declarar. Uno de ellos a media mañana permanecía ingresado en un hospital, bajo custodia policial y sedación.

Según la delegación del Gobierno, el pasado sábado arribaron a costas de Balears 40 inmigrantes ilegales, entre ellos doce menores de edad. Las precarias embarcaciones fueron interceptadas en Formentera, Cala Pi y Cala Llombards y Santa Eulària (Cala Llombards).

Sin trabajo en Argelia

Al parecer, los 40 extranjeros procedían de Argelia, país habitual de origen de las pateras que se descubren en Balears. Las cuatro embarcaciones capturadas hicieron la travesía Argelia-Balears con unas penosas condiciones del mar, debido a las tormentas.

La Policía Nacional trasladó por la mañana al juzgado de guardia a 17 detenidos, muchos de ellos jóvenes.

Como es habitual en este tipo de situaciones, y según fuentes jurídicas, los sin papeles se acogieron a su derecho a no declarar, pero explicaron que habían hecho la travesía para huir del paro o de la represión política en Argelia.

La jueza de guardia decidió, también siguiendo los protocolos, mandarlos a todos a un CIE de Madrid, donde serán atendidos y desde donde eventualmente podrán ser expulsados a Argelia. En el caso de los menores de edad, la ley impide deportarles y deben ser entregados a una institución de acogida, cosa que no siempre ocurre, por lo que muchos de ellos acaban abandonados en las calles de grandes y pequeñas ciudades.

Uno de los grupos, entre los que había tres menores, fue detectado en una patera detectada por el radar del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) cuando se aproximaba a Cala Llombards, del municipio de Santanyí, al sureste de Mallorca y fue remolcada por la Guardia Civil hasta el puerto de Cala Figuera.

La segunda patera, también con varios menores, fue avistada por un helicóptero de la Guardia Civil cuando trataba de alcanzar Cala Pi, en la costa del municipio mallorquín de Llucmajor, también al sureste de la isla.