Hoy se reanuda la búsqueda por mar del pequeño Arthur, ya que ayer tuvo que suspenderse en la parte más alejada de la costa a causa del mal tiempo. A mediodía se activó la alerta naranja por la adversa previsión meteorológica, lo que impidió a los profesionales rastrear la zona hasta ocho millas mar adentro, tal como se había establecido para tratar de hallar al hijo de Joana Lliteras, fallecida por la inundación.

Los más de 200 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Guardia Civil, con tres equipos de buzos de los GEAS, peinaron por tierra, aire y primera línea de mar la desembocadura del torrente de ses Planes, en la localidad costera de s'Illot, lo que causó una gran expectación entre residentes y turistas.

La consellera de Hacienda y Administraciones Públicas del Govern balear, Catalina Cladera, explicó que el operativo trabajó con dos embarcaciones de la Guardia Civil, una de Salvamento Marítimo, dos helicópteros del Cuerpo armado y otro del organismo de rescate, además de tres equipos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas.

Cladera destacó en el puesto de mando de Sant Llorenç que "no se parará de buscar al menor" y que para este fin se están utilizando "medios especiales que pueden determinar con cálculos matemáticos la zona exacta en la que estaría el menor en función de la marea, el transcurso de los días, etc." En el caso de que continuase el mal tiempo, los profesionales movilizados proseguirían la labor de ayer peinando la zona de tierra y el delta del torrente.

Además, también trabajan 44 voluntarios de Protección Civil coordinados por los bomberos y se encargan del vaciado de cisternas en el pueblo de Sant Llorenç y los demás lugares afectados, la revisión de los torrentes, la limpieza del polideportivo y la coordinación de otros 240 voluntarios civiles que ayer se acercaron a la localidad, como informó el 112.

Batida de la familia

Batida de la familiaLa familia de Arthur no quiere quedarse de brazos cruzados y el tío del niño también organizó ayer una batida por el torrente. Se puso en contacto con otros familiares y amigos para decirles que habían decidido participar también de forma activa en la búsqueda del niño, por lo que sobre las once de la mañana emplazó a quienes quisieran participar a encontrarse en Sant Llorenç o Son Carrió para "remontar el puto torrente de mierda durante dos o tres horas", según sus palabras en un escrito a través de wasap.

Lamentaba la precipitación con la que se había organizado la búsqueda -"mi vida últimamente es una locura", decía- y aprovechaba para agradecer las muestras de cariño recibidas "en estos durísimos momentos".