El camí de Conies fue ayer cortado al tráfico y se suma así a las otras cinco carreteras cerradas debido a la trágica torrentada del pasado martes en la zona del Llevant. La llamada MA-3322 está cerrada “por motivos de seguridad estructural de la vía”, informó ayer el departamento de Territorio e Infraestructuras del Consell de Mallorca.
Además, continúan cortadas las carreteras que unen Son Serra de Marina y la Colònia de Sant Pere (MA-12), Son Servera y Porto Cristo (MA-4023), Artà y s'Era de Pula (MA-4041) y Artà y Canyamel (MA-4042).
A causa del cierre de estas vías, el área de Carreteras de la institución insular detalla dos rutas alternativas: Para quienes procedan de Can Picafort o Santa Margalida y quieran llegar a Artà (MA-12), deben desviarse por Petra (MA-3330), continuar por Manacor (MA-3321) y coger finalmente la carretera de Manacor (MA-15) para acabar en Artà.
Asimismo, permanecen las restricciones circulatorias en el pueblo de Sant Llorenç, es decir, en la MA-15F, donde se encuentra una patrulla de la Guardia Civil para controlar el acceso a la zona cero de la catástrofe.
Reparación
El Consell cuantificó el jueves el coste de la reparación de las 22 carreteras afectadas por las inundaciones del pasado martes en la comarca de Llevant en, al menos, 23 millones de euros
La institución insular destinará de manera inmediata 2,7 millones de euros para las obras que calificó de “hiperurgentes”, en referencia a las cuatro carreteras que el jueves permanecían cortadas y en las de Artà a la Colònia de Sant Pere y la de Manacor a Son Carrió, en donde se puede circular pero con precaución por los tramos que se encuentran muy dañados.
A ellas se sumará dentro del paquete de reparaciones muy urgentes la travesía de Sant Llorenç, cuyo estado no ha podido ser aún evaluado, dado que permanece cubierta por lodo y con coches destrozados y otros obstáculos. Los otros 20 millones de euros se destinarán a obras “urgentes” en las otras 17 carreteras dañadas que necesitan ser reparadas aunque estén abiertas al tráfico.
